Trasalba vuelve a brillar con un gran vino

30/ago./19 - 16:09 Actualizado: 30/ago./19 - 16:09

He aquí el vino gallego que dio la campanada en los concursos de 2019 y compitió de tú a tú con grandes vinos amparados por denominaciones de origen en los premios Baco en Vinespaña

He aquí el vino gallego que dio la campanada en los concursos de 2019, que compitió de tú a tú con grandes vinos amparados por denominaciones de origen en los premios Baco en Vinespaña y en otros certámenes y que regresó con medallas de oro de los mismos, pese a su humilde origen: una indicación geográfica protegida apenas conocida, Val do Miño, pese a ser la más antigua de Galicia destinada a vinos de la tierra.

Terras Mancas es una bodega que inició su andadura con la cosecha de 2017. Ya entonces sorprendió a quien esto escribe. Yo le auguré un futuro muy prometedor por el excelente trabajo en las siete hectáreas de viñedo y el cuidado con el que elaboraban un vino en el que se armonizan con gran tino Albariño, Treixadura, Godello y Loureira.

Pero no imaginaba que ese futuro de éxitos estuviese a la vuelta de la siguiente añada, como vienen demostrando desde el pasado mes de febrero, cuando obtuvieron su primera medalla de oro en la cata organizada por Vinespaña. Le siguieron otros premios en grandes concursos y el último, por ahora, fue el Acio de Ouro al mejor vino de IXP, algo que, por otra parte resultaba casi de cajón.

Los viñedos de Terras Mancas miran al Miño desde la Bocarribeira que forma el Barbantiño antes de su desembocadura, un término que acuñó con extraordinario acierto y sonoridad Otero Pedrayo, quien vivía en un pazo muy cercano a la bodega en la que se elabora este vino.

Está en la frontera del Ribeiro. De hecho, que no sea Ribeiro y tenga que estar amparado por una IGP es una de esas torpezas administrativas solo comparable con el hecho de que los vinos de las Ribeiras do Morrazo, rodeadas de subzonas de Rías Baixas, estén fuera de Rías Baixas y en cambio esa DO ampare los vinos del Ulla.

Las variedades empleadas son vinificadas por separado, porque cada una madura a su tiempo. Albariño es la mayoritaria y en orden de participación van luego Treixadura, Godello y una pincelada de Loureira. El conjunto es un vino extraordinariamente armonioso, bien pertrechado de aromas, con un sabor de complejos matices que colma el paladar y ofrece un gusto prolongado en boca.

La ficha:

NOMBRE - Terras Mancas