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El vino que triunfó primero fuera de casa

Edificio de Bodegas Alanís.
photo_camera Edificio de Bodegas Alanís.

Desde hace diez forma parte del grupo Bodegas Gallegas, junto con Rectoral de Amandi y Rectoral do Umia, cada una en una región vinícola diferente

Ciento nueve años tiene la bodega Alanís. Desde hace diez forma parte del grupo Bodegas Gallegas, junto con Rectoral de Amandi y Rectoral do Umia, cada una en una región vinícola diferente y elaborando vinos con perfiles propios. 

Alanís es una bodega que cuenta con viñedo propio y también con la colaboración de viticultores de distintas zonas del Ribeiro, lo que le permite a su equipo técnico crear vinos de más amplitud de aromas y sabores, porque reúnen características de distintos suelos y emplazamientos.  Su localización en la parroquia de Santa Cruz de Arrabaldo, junto con Pazo de Casanova, permiten a la ciudad de Ourense ser la única capital de Galicia que tiene vino con denominación de origen en su propio municipio.

Veterana y con vinos muy consolidados en el mercado, Alanís no es una bodega que se acomode en sus propios éxitos y siempre está buscando nuevos horizontes, especialmente en los mercados internacionales a los que tiene orientado el vino que es protagonista de nuestra sección de hoy: Ama Vida. Con su medalla de oro en los Bacchus de este año, Ama Vida fue toda una revelación, ya que no habitual es que en esta bodega cope prácticamente todos los premios su vino insignia, Gran Alanís, que el año pasado obtuvo un oro en el concurso mundial de Bruselas y este año ya inició su recorrido por los podios de las catas internacionales con una medalla de plata en Mundis Vini, en la primera tanda del mes de febrero. 

Ama Vida es un monovarietal de Treixadura, una singularidad en esta bodega que apuesta más por el ensamblaje de variedades, lo que le permite tener un perfil propio que le da identidad a cada uno de sus vinos. pero es, tal vez, su vocación internacional la que haya incidido más en la decisión de optar por la variedad emblema del Ribeiro. La tendencia en los mercados más allá de nuestras fronteras va por ahí, por vinos de una sola uva: Albariño, Godello, Treixadura... como antes lo fue de la Chardonnay, Riesling, Gewürztraminer, si hablamos de blancos.  

Profeta fuera de su tierra, como buen gallego, es de esperar que este reconocimiento le sirva también para triunfar aquí.

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