Cuatro horas y media empleó el primer ciclistas en completar los 110 kilómetros de la "Arnoia Termal Bike". Lo de menos era el cronómetro de una cita en la que la competición es relativa y en la que lo más destacado en el recorrido. Quienes lo dicen sabe de lo que hablan.
"Esta prueba lo tiene todo. Tiene exigencia y tiene belleza. El que quiere batalla tiene donde darle caña y el que quiere disfrutar de la bicicleta pasa por sitios que son una auténtica maravilla", asegura el padrino de la cita, el campeón del Tour en 2006, Óscar Pereiro. Y añadía: "Lo he dicho muchas otras veces y lo sigo diciendo con las pruebas que voy descubriendo: Ourense tiene sitios que no le envidian nada a las mejores rutas del sur de Francia".
Ayer domingo le tocó "sufrirla" con un amigo. Iván Raña se presentó a última hora y acabó encantado: "Este sitio es brutal. Hay sitios en los que me he tenido que parar a disfrutar de lo que veía. Si además tenemos un día como hoy es ya una gozada poder pedalear aquí".
El que lo dice es un deportista tres veces olímpico. Ayer no se llevó medalla, pero sí un triunfo muy particular. "Óscar intentó darme caña desde el principio, pero no pudo conmigo. Lo apreté en una subida y no me dio seguido. Es bueno, pero no pudo", bromeaba en la meta con su amigo al lado.
