Dos meses después ya pican en Ourense

Se hizo de rogar, pero ya está aquí. Este martes, sesenta y cinco días después de aquel fatídico 15 de marzo, la fecha oficial de apertura de curso pero que esta vez solo marcó el inicio del confinamiento, arrancó la temporada de pesca deportiva. La actividad regresó con los pescadores faltos de fondo físico pero con unos ríos muy generosos. "Las condiciones climáticas ya hacían de este un año muy bueno, pero además por el hecho de no haber podido pescar hasta ahora hay abundancia y a mayores esta segunda quincena de mayo es la época de máxima actividad de la trucha en el río", afirma Gabriel Fernández, delegado en Ourense de la Federación Gallega de Pesca. Fue un inicio de campaña atípico, no solo por la época sino también por el día de la semana, un martes. Esto último ayudó a evitar aglomeraciones, a pesar de las ganas de los pescadores. "Obviamente no ha sido una apertura normal de temporada. La gente salió a pescar, pero sin ningún tipo de agobio. El fin de semana saldrán más pescadores y ahí habrá que apelar a la responsabilidad a la hora de mantener la distancia. Por suerte, la provincia tiene muchos lugares en los que pescar y al ser una actividad al aire libre no habrá problemas para cumplir las normas", añade. Atípica solo por la fecha de salida, ya que para todo lo demás "se trata de una temporada estándar y con la normativa habitual, tanto en fechas como en los lugares habilitados, y ahora a mayores con la limitación geográfica de la provincia por el estado de alarma". Es decir, para personas con licencia y en los tramos habilitados; hasta el 31 de julio, con agosto y septiembre abierto solo a pesca sin muerte; y todos los días de la semana excepto los lunes, que es día inhábil, y el jueves, tan solo sin muerte. "Las condiciones climáticas ya hacían de este un año muy bueno, pero por no haber podido salir hasta ahora y por ser la época de máxima actividad de la trucha hay abundancia" Dos meses de demora sí, pero al fin los cauces de los ríos ourensanos han comenzado a recibir a los pescadores provinciales. El Avia y el Arenteiro nunca fallan, al igual que el coto de Ponteliñares en Bande; hacia el oriente, el Sil en el norte y el Támega en el sur, sin olvidar las montañas de Trives; el Miño en toda la provincia, y por supuesto, el Arnoia o el Limia. "Yo me he ido a los tramos sin muerte del Avia y el Arenteiro y la mañana ha estado perfecta", asegura Gabriel Fernández. Muchos se han animado con la trucha, pero no han faltado los que se decidieron por la carpa y el black bass, algunos desde embarcación. Un empezar y no parar Mayo y junio son los meses por excelencia de la pesca fluvial en la provincia, si bien este año "los ríos serán pescables hasta el final de temporada, porque tienen un buen caudal". La limitación de movilidad por el estado de alarma no parece en este momento demasiado problema para los pescadores ourensanos. "Algunos sacan permisos para cotos de salmón en Lugo o Pontevedra, pero teniendo en cuenta la abundancia que hay este año en nuestros ríos los pescadores tendrán en la provincia todos los alicientes", añade el delegado. El uso del cebo natural, que se encuentra bastante limitado, continúa cediendo espacio al artificial. "La "miñoca" se suele utilizar más las primeras semanas de temporada, allá por marzo, pasado esa época el cebo natural que se utiliza es el saltamonte, por ejemplo, o algún otro bicho de río. En todo caso, ahora muy poca gente utiliza el cebo natural y se decanta por la cucharilla, pez artificial, mosca o la ninfa", subraya Gabriel Fernández. Al que madruga... En el horario de pesca no hay secretos. La salida y la puesta de sol continúan siendo los mejores momentos del día para la pesca, aunque con todo el tiempo perdido "lo importante es que volvemos a disfrutar de nuestra pasión, la pesca, que nos permite mantenernos en contacto con la naturaleza". Dos meses después sí que pican.