ATLETISMO

El reto de superar los propios límites

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photo_camera El grupo de corredoras de "Ahoracorroyo" posa con el Puente del Milenio al fondo.

El proyecto Ahoracorroyo reúne a mujeres que quieren iniciarse en el mundo del "running" y sobreponerse a sus miedos

La mayoría de veces, a nivel deportivo, los límites se los pone el propio deportista. Y una vez que sale de su zona de confort, descubre nuevas metas. Lugares hasta los que no pensaba llegar. Eso es lo que le ocurre al grupo de mujeres (y algún hombre) que han abrazado la filosofía del proyecto "Ahoracorroyo". Una idea surgida en el seno de un grupo de atletas más habituadas a correr en pruebas populares y de exigencia. Pensaron en ayudar, en servir de vehículo para que otras mujeres se iniciasen en el mundo del "running". Poco a poco. Sin prisa ni grandes metas. Aprovechando la fuerza del grupo para avanzar.

"Todo nace de la Carrera de la Mujer que se celebró en marzo. Allí conocimos a un montón de chicas que nunca habían corrido y se animaron por la causa y la distancia de 5 kilómetros. Para ellas, acabar la prueba, fue todo un éxito. Y nosotras lo que pensamos en organizar quedadas donde motivásemos a estas mujeres", destaca Paloma Trapote, una de las creadoras del proyecto.

Miércoles a las 20:00 horas y sábado desde las 09:00 horas son las fechas elegidas para salir a correr, y el Puente Romano el lugar de quedada. Toda aquella que quiera empezar a correr e incorporar el deporte a su vida, tiene las puertas abiertas. "Nosotras no somos entrenadoras, somos motivadoras. Nadie se queda atrás. Si llega alguna persona que alterna andar con correr, lo hacemos. Queremos es conseguir que la mujer tenga más visibilidad en el deporte y disfrute practicándolo", señala Trapote.


Superación


20190715162656637_result"Estamos muy contentas porque cada vez somos más. Se han estrechado vínculos de amistad entre ellas y ya han participado en carreras populares de 10 kilómetros, como la de Leiro últimamente. Es muy gratificante para todas las que formamos la parte organizativa", apunta Paloma Trapote.

Además de ella, Sandra, Laura, Isa, Belén, Eva, Xela, Belén, Elena y Samuel sentaron las bases de este proyecto, que tuvo su primera quedada el pasado 30 de marzo. Allí aparecieron medio centenar de personas. Un éxito que provocó que, desde aquella, se realizaran 20 quedadas más. Y las que quedan.

"Ellas están felices. Ven su mejoría. Muchas veces les digo que piensen en las primeras veces que salían a correr, cuando los 5 kilómetros parecían eternos y costaba terminar.  Y ahora, cuando acaban una prueba de 10 kilómetros, se encuentran genial. Ayudar y demostrar que ellas pueden. Eso es lo mejor", recuerda Trapote.

Y pueden. Está demostrado. Solo necesitaban darse cuenta. Un proyecto que avanza sin mirar atrás. 

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