Las hermanas juegan desde hace siete años en el Pabellón, entidad en la que se han convertido en dos de las más sólidas promesas no solo del club sino del balonmano provincial
El año ha comenzado de manera inmejorable para el balonmano ourensano. La selección gallega infantil femenino se alzó el pasado 7 de enero en Castellón con el título nacional tras vencer en la final al combinado de la Comunidad Valenciana. El equipo gallego contó con la presencia de dos ourensanas, Ruth y Sandra Sánchez, dos hermanas que militan en el Pabellón Ourense.
Ruth comenta que “fue todo un lujo estar allí, sobre todo porque estábamos con una grandes compañeras y lo dimos todo”. Sandra añade que “la competición la jugamos más como grupo, circulando bien el balón. Fue un triunfo en equipo. No tuvimos en cuenta el favoritismo que nos daban”.
Ambas recuerdan la ilusión y el nerviosismo al estar convocadas. “Una semana antes estábamos ya nerviosos en casa”, señala Sandra. “Todos tenían mucha ilusión, mis padres, mi abuelo y también nuestro entrenador, Alejandro Arias (Zarra), gracias al cual hemos logrado esto ya que nos ha acompañado en los últimos siete años”, añade Ruth.
En la selección tuvieron que afrontar un cambio de posición con respecto al que desempeñan en el club. Ruth juega con el Pabellón habitualmente en el puesto de lateral aunque el seleccionador, Alejandro Ocampo, la ve más como finalizadora y la situó en el extremo derecho. Por su parte, Sandra, que juega con gran libertad en la primera línea del ataque con el Pabellón, ha jugado en el lateral izquierdo con el combinado gallego.
Ruth comenta que “no me costó adaptarme al cambio porque con Zarra ya estuve entrenando también en esa posición”. Sandra tira de humildad y afirma que “en la selección prefiero jugar de lateral porque allí ya hay jugadoras más buenas en mi posición”.
La defensa es una de las mejores cualidades de Ruth, junto con su gran potencia de tiro, y reconoce que flojea un poco en ataque porque le gusta combinar mucho en lugar de lanzar. De Sandra, todos destacan su rapidez y su capacidad para generar juego para sus compañeras, así como un gran nivel técnico.
Con tan sólo 13 años tienen todo un mundo por recorrer en el balonmano pero todavía no piensan demasiado en el futuro. “Primero vamos a disfrutar de esto”, comenta Ruth. “Por una parte, claro que tengo la ilusión de jugar en otros equipos en un futuro, pero por otra me daría mucha pena dejar el Pabellón”, comenta Sandra.
De momento están muy a gusto en el club en donde se siguen formado. “Si continúan así, con esta ilusión y trabajo, podrían llegar a la categoría juvenil con mucho nivel”, dice su técnico en el Pabellón, Alejandro Arias.
Mientras, ambas siguen soñando con parecerse a algunas de las “guerreras” del balonmano nacional.
