Wushu

Una despedida que vale un mundo

OURENSE (PAVILLÓN OS REMEDIOS). 17/02/2019. OURENSE. Campeonato gallego de Wushu.
photo_camera José Manuel Ferreira, en acción en Os Remedios durante la pasada edición del Torneo Internacional de Ourense.
El verinense José Manuel Ferreira se despidió de la competición disputando su quinto y último Mundial en Shanghái​

Si un deportista se imagina un escenario para despedirse de la competición, un Mundial no parece una mala opción. Es lo que le ocurrió a José Manuel Ferreira. El competidor verinense de 28 años puso punto y final a su carrera activa en el wushu en el Campeonato del Mundo que se disputó en Shanghái (China). A nivel deportivo, no fue su mejor actuación. Pero sin duda será una que recuerde durante toda la vida.

"Todo fue bien. Es cierto que no fue mi mejor competición en cuanto a posiciones obtenidas. En otras citas mundiales terminé en el puesto 12-14, y en este caso mi mejor posición fue 29 de 60 participantes. Mitad de tabla. Me hubiera gustado terminar mejor, pero la sensación es positiva por ser mi quinto Mundial y el último de mi carrera. Vivir la experiencia siempre es importante. Y ver como los asiáticos tienen un nivel espectacular. Del resto del mundo, la selección española no lo hizo mal", analiza el competidor verinense.

Tras 14 años compitiendo, Ferreira puede presumir de un palmarés a tener en cuenta y una mochila de viajes y experiencias inolvidables

Cuando el telón se bajó en tierras chinas, un sentimiento agridulce le invadió. Alegría por lo realizado durante estos años pero también cierta incertidumbre."Fue un cúmulo de sensaciones. Otro compañero de la selección y yo nos retirábamos y era diferente. Viajó mi novia a verme y es cierto que al terminar me quedé con una sensación de '¿qué voy hacer ahora?'. Es una sensación extraña".

No es para menos. El idilio de Ferreira viene desde la cuna. Literalmente. El ADN no falla. "Hago wushu desde que tengo conciencia. No me recuerdo sin saber hacerlo. Al tener mi padre y mi tío el Gimnasio Arco en Verín, ya me viene por tradición familiar. A los 14 años comencé ya a competir de forma más seria y, hasta ahora", recuerda el deportista.


Enseñar lo aprendido


Ferreira deja la competición pero no el deporte. Eso lo lleva dentro. Por eso dedicará sus esfuerzos a la escuela que tiene en A Coruña. El trabajo con la base, formar nuevos talentos y seguir enganchado a este mundo son sus nuevos objetivos. "Ahora centraré mis esfuerzos en trabajar en las Escuelas Deportivas AMC, donde enseñamos artes marciales. Vienen chavales por detrás con ganas de aprender y mejorar y es lo que me toca".

A partir de ahora, José Manuel Ferreira inicia una nueva vida lejos de los viajes y las competiciones. El régimen de entrenamientos llega a su fin. Ahora Apura sus últimas horas en Tokio, donde se quedó para disfrutar de unos días de descanso después del Mundial. Después le tocará enseñar lo que otros le enseñaron a él. Y, a tenor de los resultados que ha conseguido durante 14 años, sus alumnos saldrán muy bien preparados.

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