HÍPICA

El vínculo entre Félix y Kerkus marca un futuro ilusionante para los campeones

Félix Lorente, con la ayuda de varios miembros del equipo, refrescando a Kerkus después de una prueba.
photo_camera Félix Lorente, con la ayuda de varios miembros del equipo, refrescando a Kerkus después de una prueba.

El jinete ourensano y su caballo se coronaron vencedores de la Copa de España gracias a cuatro primeras posiciones.

Félix Lorente y su caballo Kerkus se proclamaron campeones españoles de la Copa de raid hípico. El jinete y el caballo lograron por separado ser los mejores en su modalidad. "Logré cuatro primeros puestos y eso me llevó a tener mucha ventaja con el segundo clasificado. Gané en Leganés, Monforte, Padrón y otra vez en Lugo", aclara el jinete ferrolano de nacimiento y ourensano de adopción. 

Para lograr ese primer puesto hace falta sacrificio, esfuerzo y constancia. Para ello, los cuidados del caballo son indispensables: "A primera hora de la mañana se le da una comida especial para atletas de alto rendimiento y se suelta por el prado para que tenga libertad y se divierta. Después se le vuelve a dar de comer y durante la tarde entreno con él. Dependiendo de los días, trabajo diferentes aspectos. Y ya por la noche lo dejamos dormir en la cuadra, sobre todo ahora que viene el frío en invierno", explica Félix Lorente. 

Una relación entre el jinete y el caballo que roza el conocimiento recíproco entre las necesidades y las sensaciones de ambos: "Son cinco días de entrenamiento a la semana, incluso algunas semanas los siete días, lo que significa que pasamos mucho tiempo juntos y yo sé lo que él quiere y él sabe lo que yo quiero". 

Hace tres años estuvo parado por un golpe en un hueso y ahora va a cumplir 10 años. "Kerkus se ha hecho adulto y la mejor forma competitiva para los caballos está cuando cumplen 12 o 13 años, por lo que quiero entrenarle para marcarnos nuevos objetivos", comenta Félix Lorente. Unos objetivos que pasarán por Río Frío (Portugal) el próximo mes de marzo en una carrera de 120 kilómetros. Todo un reto a superar por este binomio.

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