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¿Se acabó la fiebre? menos corredores y más lentos

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photo_camera Un estudio alerta sobre el descenso de corredores en Estados Unidos y Europa.
Según un estudio, la fiebre por correr parece decaer en los Estados Unidos y los países europeos

Jens Jakob Andersen es un empresario y divulgador danés, fanático de lo que ahora se denomina “running” y hasta hace poco se decía, simplemente “correr”. Andersen tiene una web (www.runrepeat.com) en la cual ha publicado un mastodóntico estudio, en colaboración con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). 

Según su autor, el estudio repasa los datos de 70.000 carreras, de entre cinco kilómetros y los 42 de la maratón. En 193 países, entre los años 1986 y 2018, centrándose en las marcas de corredores aficionados en carreras oficiales y convencionales. Se excluyen las benéficas, combinadas o triatlones.
Las conclusiones -siempre con matices- en torno a este pujante sector son un tanto sorprendentes. 
 
Menos corredores, más viejos

Según el estudio, la fiebre por correr -con más o menos sentidiño- parece decaer en los Estados Unidos y los países europeos. El número de participantes se redujo nada menos que un 13% con respecto a 2016, año en el que los “runners” superaban los 9 millones en todo el mundo y el sector crecía sin techo. 

Por primera vez, hay más mujeres corredoras que hombres, mientras la media de edad crece y las marcas son cada año más lentas. Quizá por el enorme número de debutantes de entre 40 y 50 años, quizá porque los más veteranos siguen en carrera.

Las pruebas de entre 5 y 21 (media maratón) kilómetros son las que registran mayor afluencia. Si bien la participación en la prueba emblématica del atletismo (maratón) ha dejado de ser un ámbito exclusivo para los más preparados. Esto conlleva una serie de peligros sobre los que tanto hemos escrito.


Debilidad o transformación


El estudio apunta que ese desembarco de nuevos maratonianos han supuesto la “huida” de veteranos o expertos a pruebas más exigentes: Triatlón, Ultramaratón, Ironman, carreras de montaña... Los riesgos por una mala praxis o lesión se multiplican.

¿Motivaciones? “Vivir la experiencia”, “autoestima y reconocimiento socal”, “dar sentido a la vida” o “perder peso” superan al mero afán de competir. En todo caso -¡sorpresa!- el ‘running’ parece perder fuelle o acaso se transforma. ¿Cuál será su sustituto?

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