Mantener protegido el alimento de organismos dañinos y de sustancias químicas es clave.
Las intoxicaciones alimentarias son enfermedades causadas fundamentalmente por la ingestión de alimentos contaminados. Mantener protegido el alimento de organismos dañinos y de sustancias químicas es clave. La manipulación de los alimentos aumenta el riesgo de contaminación, lo que exige un mayor cuidado a la hora de elaborar, conservar y refrigerar las comidas. Aunque la brecha de seguridad se rompe más comúnmente por errores en la preparación de los alimentos, también la exposición de éstos a la temperatura ambiente y a una limpieza deficiente, favorece el crecimiento de las bacterias dañinas, y conlleva a un alimento no seguro.
Las Enfermedades de Transmisión Alimentaría (ETA) constituyen un grupo de enfermedades generalmente digestivas, de síntomas característicos (diarrea, vómitos, dolores abdominales y fiebre). Se clasifican en intoxicaciones e infecciones alimentarias, como la almonelosis, la disentería, el botulismo, entre otras.
Para impedir que los microorganismos infecten los alimentos que comemos, debemos ser más vigilantes y aplicar buenas prácticas de higiene y limpieza sobre los alimentos, utensilios y manipuladores.
La OMS señala cinco medidas efectivas y sencillas de realizar, para mantener la condición segura de los alimentos en la salud:
1. Resguarde los alimentos de temperaturas de peligro. Preparar los alimentos con demasiada antelación a su consumo es un riesgo elevado. Cuando se dejan los alimentos mucho tiempo a temperaturas entre 5 y 60°C se da paso a la multiplicación de las bacterias patógenas. Evite este riesgo refrigerando lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos (carnes, pescado,..) mejor por debajo de los 5°C y no descongele a temperatura ambiente.
2.Extreme la limpieza. Realice un lavado frecuente de las manos, antes y durante la preparación de las comidas. Es especialmente importante, asegurar la higiene personal del manipulador, cuidar la limpieza y protección de los alimentos, utensilios y superficies de cocina.
3. Separe los alimentos crudos y cocinados para impedir la contaminación cruzada. Los alimentos crudos pueden contener microbios invisibles que provocan enfermedades y que pueden pasarse a los alimentos listos para comer.
4. Cocine completa y uniformemente los alimentos. Las carnes y el marisco crudo o poco hecho, o los productos lácteos sin pasteurizar, son una fuente importante de ETA. Con una cocción adecuada se pueden eliminar microorganismos peligrosos. Al calentar los alimentos durante 2 minutos a 72 °C como mínimo, la mayoría de los microbios patógenos mueren.
5. Use agua y materias primas seguras.
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