Reduce nuestro apetito, sacia y aumenta el gasto energético
El efecto activador de la cafeína no solo se produce en el sistema nervioso central (SNC), también en la grasa, mediante la activación de la llamada enzima HSL. Su principal consecuencia es que activa el sistema simpático, produciendo adrenalina y noradrenalina, muy poderosas para oxidar la grasa. La cafeína reduce el apetito, estimula la saciedad y aumenta nuestro gasto energético.