Un consejo clave incluye el mantenimiento de una dieta equilibrada en nutrientes, con un bajo aporte de grasas para disminuir la producción ácida y reducir por tanto la frecuencia y el volumen del reflujo
El cuidado dietético acertado para mejorar las alteraciones de acidez estomacal y Reflujo gastroesofágico (ERGE) será sin duda aquella que cumpla al máximo dos aspectos importantes: mantener el estado nutritivo del paciente y disminuir el paso del contenido gástrico al esófago de forma repetida y por mucho tiempo.
La exposición prolongada de las paredes del esófago al ácido gástrico puede provocar esofagitis (inflamación del esófago), erosiones, úlceras y cicatrices, pudiendo incluso afectar la deglución de los alimentos. Los síntomas en ocasiones comprometen mucho el estado nutricional de las personas que la sufren, impidiendo la ingesta de una dieta adecuada, alterando en consecuencia su calidad de vida global.
Un consejo clave incluye el mantenimiento de una dieta equilibrada en nutrientes, con un bajo aporte de grasas (no más del 25% del requerimiento calórico total) para disminuir la producción ácida y reducir por tanto la frecuencia y el volumen del reflujo.
Será de gran ayuda acompañar el plan de menú, de diversas adaptaciones dietéticas para lograr raciones pequeñas en volumen pero densas en nutrientes, para así poder realizar comidas y tomas con una menor presión gástrica.
Una buena asistencia nutricional para reducir la acidez y el reflujo incluye las siguientes recomendaciones dietéticas y hábitos posturales:
1. Consumir una dieta sana y completa con una cantidad de fibra suficiente.
2. Evitar alimentos ácidos y muy especiados cuando exista inflamación. (pimienta, picante, curry, pimentón, etc.)
3. Adelgazar en caso de sobrepeso. La obesidad es un factor que favorece la ERGE, ya que aumenta la presión interna del estómago. La estrategia de pérdida de peso reduce la sintomatología.
4. Limitar comidas abundantes y ricas en grasa.
5. Evitar el consumo de alimentos inmediatamente antes de acostarse.
6. Adecuar la toma de líquidos para reducir la presión estomacal.
7. Evitar alimentos y bebidas que contengan cafeína, teína y otras sustancias irritantes.
8. Suplementación específica para prevenir deficiencias; ciertas vitaminas y minerales se afectan por la mala absorción (hipoabsorción).
9. Evitar bebidas alcohólicas y tabaco.
10. Elevar la cabecera de la cama unos 15-20 cm. (Disminuye la probabilidad de reflujo nocturno).
11. Evitar movimientos bruscos y frecuentes del tronco hacia adelante.
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