Si su vida es puro estrés, por exceso o por falta de trabajo. Por unos horarios y comidas volubles, por falta de sueño o descanso insuficiente, por problemas familiares o sentimentales que repercuten en su salud. Prueba el deporte
Si sufre esta espiral de problemas, es posible que haya decidido cortar por lo sano -nunca mejor dicho- y mejorar su situación. Quizá reorganizando y priorizando las cosas importantes de su vida, quizá eliminando todo lo tóxico, quizá añadiendo nuevos hábitos. Ejercicio físico y nutrición, entre ellos.
¿Es su caso? ¡Enhorabuena! Puede ser la luz al final del túnel. ¿Cómo? ¿Qué lo pospone hasta después del verano? ¿Quizá septiembre u octubre? ¡Un error garrafal! Por favor, si lo ha decidido, comience ya.
Por dos razones
Primera. Porque esta firme decisión se tambaleará en apenas unos días. Es muy posible que, en septiembre u octubre, usted no recuerde siquiera que estaba dispuesto a apuntarse a un gimnasio.
Es muy posible que lleguen esos meses -y diciembre y enero- con un montón de excusas perfectas para eludir nuestra convicción. Siempre surgirá un imperativo legal para aplazar e l comienzo hasta mañana. O hasta la próxima semana. O hasta después de la Navidad. Nos encanta engañarnos y camuflar nuestra pereza o el miedo al cambio.
Segunda razón. El verano se asociaba hace unos lustros a eternos meses de retiro y descanso. Esto ha cambiado de forma radical en la actualidad. Los afortunados disfrutan de una, a lo sumo dos semanas de vacaciones. Algunos incluso optan por evitar la masificación y eligen otros meses durante el año.
El momento ideal
Cambia el verano, cambian nuestros hábitos. Julio y agosto no tienen el ritmo del resto del año, pero tampoco son ya meses muertos en nuestra ciudad.
Por ello, veamos el verano como un momento ideal para comenzar a practicar ejercicio, en un ambiente tranquilo y espacioso, ya que los gimnasios reducen de forma notable su clientela y ofertan cuotas de ingreso muy ventajosas. Siempre bajo la dirección y supervisión de un profesional. Primavera, verano, otoño, invierno. La cuestión es comenzar.
