Dietas milagro, batidos o exceso de ejercicio físico son algunos de los malos hábitos que se toman en verano para presumir de cuerpo en tiempo récord
Los tiempos y nuestros hábitos están cambiando, pero el verano sigue siendo la época del año por excelencia para disfrutar -los afortunados- del grueso de las vacaciones o -los bienaventurados- los viajes de placer.
Una temporada que favorece el disfrute de la playa y actividades al aire libre. Donde -¡oh, cielos!- nuestra anatomía se mostrará en mayor o menor medida en público. Para algunos, ese detalle no supone mayor problema. Para otros, su cuerpo y apariencia física sí es un aspecto muy importante.
Importante, cuando se prueban el bañador o el bikini y advierten un bajo estado físico. No lo fue tal durante el largo y crudo invierno, donde nuestros malos hábitos superaron con creces a los buenos.
En tiempo récord
Entonces nos entra una imperiosa necesidad de alcanzar un objetivo que, quizá alguna vez tuvimos, pero ahora estamos lejos de conseguir. Reservemos ese inconformismo, incluso enfado, para el momento adecuado. Cuando decidamos abandonar las excusas baratas y mejorar nuestros hábitos de vida.
Lo que no tiene sentido común ni inteligencia, e incluso puede calificarse de peligroso e infructuoso, es recurrir a métodos drásticos para aspirar a ese supuesto ideal físico o estético en un tiempo récord.
Los profesionales del Ejercicio Físico y Nutrición recibimos durante estas fechas a clientes con una demanda que se resume en “ponme en forma en dos semanas, que me voy a la playa a lucir el tipo”.
Semejante disparate tiene cumplida, educada y elegante respuesta por nuestra parte. Lo que usted no mimó en años no se solventa en unos días. Aproveche su visita al gimnasio como punto de partida para mejorar su calidad de vida, gracias a los probados beneficios del Ejercicio Físico y la Nutrición.
Escuche a su cuerpo
Déjese de batidos, dietas milagro y pastillas. De pasar hambre durante días. De amigos, vecinos y cuñados. De repentinas “palizas” físicas sin orden ni sentido. Su cuerpo no es una “santabárbara” a la que sólo presta atención cuando toca el bañador.
Su cuerpo es el lugar donde usted vivirá el resto de su vida. Cuídelo siempre y comience ahora mismo.
