Hace dos semanas, en el lejano 2017, escribimos sobre la imprescindible colaboración entre profesionales como el médico, rehabilitador, entrenador, nutricionista y psicólogo, en beneficio del cliente.
En este artículo lo haremos sobre un elemento clave, del cual dependen todos los demás. Capaz de convertir nuestro trabajo en una tarea sencilla o extremadamente compleja. Las administraciones públicas. Los gobernates. El Estado.
Prevenir o curar
En la sociedad de bienestar occidental el ciudadano paga impuestos -demasiados- y cumple unas normas a cambio de una serie de servicios y derechos. Entre ellos, el Estado se encarga de nuestra Salud.
En este aspecto, cada cual tiene su opinión sobre la filosofía a seguir. Para algunos será primordial disponer de hospitales cada vez más grandes, con mayor número de camas, con los mejores avances en cada especialidad, con listas de espera cada vez más cortas y amplia subvención de medicamentos.
Todo ello es imporante, sin duda. Pero otros muchos pensamos que más vale prevenir que curar. Que cada euro invertido en buenos hábitos de vida nos lo ahorraremos -multiplicado por diez- en burocracia, tratamientos, medicamentos, intervenciones y cargas familiares, que a su vez repetirán el proceso.
¿Qué puedo hacer por usted?
Las evidencias científicas son rotundas. La higiene, los buenos hábitos de vida y el ejercicio físico son la mejor medicina preventiva contra el número infinito de enfermedades que nos atacan desde que nacemos. ¿Y cuál es el papel del Estado en todo ello?
Fomentar estos valores. La práctica de Ejercicio Físico en un país con problemas de obesidad infantil.
Colaborar -al menos no estorbar y atracar a impuestos- a los profesionales del ejercicio físico y la Salud, pilares de esta filosofía. Si Ramoncín protesta por el 21% de IVA “cultural” ¡Qué podríamos decir nosotros! Sobre el IVA “deportivo” y sobre Ramoncín.
Exigirnos formación, titulación y renovación, en beneficio del ciudadano y contra el intrusismo. Anímense, señores políticos. Ganarán más votos y sanearán las cuentas públicas. Todo un “sorpasso”.
