saludable

Pulseras y aparatos, para medir nuestra ingenuidad

Uno de los wearables.
photo_camera Uno de los wearables.
Con estos elementos, según la publicidad de sus fabricantes, podemos medir el número de pasos diarios, la frecuencia cardíaca durante cualquier actividad, las calorías consumidas....

En los últimos años se han puesto de moda, en el mundo del Fitness y del deporte profesional y amateur, los llamados aparatos móviles medibles (en inglés, que mola más, ‘wearables’): pulseras, relojes inteligentes, gafas, chalecos, brazaletes o incluso camisetas.

Con estos elementos, según la publicidad de sus fabricantes, podemos medir el número de pasos diarios, la frecuencia cardíaca durante cualquier actividad, las calorías consumidas.... Toda una gama de datos que incluye -afirman- la calidad del sueño. 

Por ello, algunos no se quitan el utensilio en todo el día. Ni para ir al baño, ni en sus más íntimas relaciones, obsesionados por comprobar el resultado de las gráficas de toda una semana. Pues ya son ganas.


Inexactos e ineficaces


No es por fastidiar, pero todos estos ‘frikis’ de la tecnología deberían conocer las conclusiones de tres investigaciones de las Universidades de Lancaster, Bristol y Nottingham en una revista científica.

Todas coinciden en una máxima. No hay evidencia científica de la efectividad de estos productos, siendo la gran mayoría inexactos, con diferencias de medición de hasta un 25% entre dispositivos. 

Algunos críticos han ridiculizado estos aparatos en Internet. Colgando vídeos como en el que una pulsera marca 119 pulsaciones a un filete de pechuga de pollo. No está mal para un cadáver exquisito. 

No son exactos ni útiles por el día pero tampoco por la noche. Unos 20 estudios invalidan su eficacia en la medición de la calidad del sueño. Para ello sólo cabe recurrir a un complejo equipo con material especializado. En conclusión, miden nuestro alto nivel de ingenuidad y pasión por la tecnología.


Tampoco los tire


Entonces ¿Los tiramos a la basura? No, al final estos cachivaches están más pensados para su cerebro que para sus piernas. Aunque las estadísticas indiquen que la mitad se abandonan en menos de un año, lo cierto es que sirven como incentivo o motivación para un necesario cambio de hábitos.

Si estos datos, más o menos exactos, podemos reflejarlos en las redes sociales, mantendrán alto nuestro ego y compromiso con el reto. Menos es nada.

Te puede interesar