Banga, un piloto de corazón

José María fue uno de los protagonistas de los rallys ourensanos a finales de los años 80 y principios de los 90. Hombre de marca y fiel a Citroën, durane su trayectoria deportiva por su vinculación familiar al concesionario en O Carballiño, recuerda con cariño sus primeros años en el mundo del motor. Rodeado de coches desde muy pequeño, la afición de Banga a los rallys llega "con las primeras ediciones del Rally do Lacón. Se celebraban en la zona del parque en O Carballiño y para nosotros, que éramos unos chavales era una pasada. Recuerdo que estábamos esperando prácticamente todo el año para que llegase ese día". Y si había afición desde pequeño, con la concesión de la familia lo de conducir llegó antes de tiempo. "Yo ya andaba en coche por la zona desde los 14 años. Ya sabes, por aquel entonces no había tanto control y era algo relativamente normal. Con 16 años bajé alguna vez a Ourense con el coche, unas con permiso y otras muchas...pues sin él. La verdad es que nos escapábamos alguna que otra vez", reconoce entre risas. Con 18 años llegó el carnet de conducir y el primer coche. "Cumplí años en el mes de agosto y en septiembre ya tenía el carnet en la mano. ¿Mi primer coche? Un Citroën 2CV con embrague centrífugo, de esos que no se calaban al cambiar de marcha. Era de aquellos que tenían los dos caballos todavía en el capó. Recuerdo que me fui a México a trabajar y cuando volví lo habían mandado al desguace. Me llevé un disgusto enorme, le tenía un cariño enorme a aquel coche", recuerda. De vuelta a España, Banga se hizo cargo del negocio familiar y el "gusanillo" de los rallys le picó con fuerza. Sobre el debut en un Rally do Lacón, destaca que "terminó en un siniestro increíble. Acaba de comprar un Citroën Visa GTI, tenía una semana y la matrícula era OR-7710-H, cómo olvidarlo. Salimos al rally en vaqueros y con las barras sin fijar del todo y nos salimos Paco Caride y yo a tres curvas del cruce de Parada Laviote. ¡Vaya golpazo! El Visa "murió" en esa salida de carretera y nosotros tuvimos mucha suerte de no hacernos daño". El Ax y el ambiente Después la época de los Ax (el grupo A hecho en O Carballiño y el comprado a Citroën, que había sido pilotado por Mia Bardolet) y más alegrías que en el inicio, eso sí, siempre con la idea de disfrutar. "Ahora mi hijo David ha comprado un Peugeot 106 y lo único que le digo es que disfrute como hacíamos nosotros en aquella época. No debe complicarse y tiene que pensar en pasárselo bien. Nosotros éramos un grupo de amigos enorme en las carreras. Toda la gente que conocía en aquel tiempo siguen siendo buenos amigos porque vivimos muchas cosas juntos. A veces entrenando los rallys ya no parábamos en algún sitio porque sino se nos iba la tarde de tertulia, eran buenos tiempos, creo que ahora es todo un poco más profesional y se ha perdido esa esencia". Buenos recuerdos de esos rallys de los 80 y 90 de los que se queda con "el sonido. Los rallys antes eran sonido. Cuando ves pasar a un Porsche, un Bmw M3 o más recientemente el Peugeot 306 Maxi de Senra notas algo por dentro, eso son los rallys para mí. Recuerdo estar en la meta de Castro de Beiro y escuchar a los coches subir y todavía me emociono". Un coche cómodo En un hombre de coches resulta curiosa la respuesta al vehículo soñado o lo que compraría no tuviese que mirar un precio. "Mi coche soñado es el que sea cómodo y me lleve. Si tuviese dinero me compraría un piso en la playa y un barco", responde entre risas y añade que "a mi me gusta correr y competir, pero los coches de calle me dan igual. Ahora tengo un automático por comodidad, pero nada más". Por último, sobre el retorno del Rally do Lacón al calendario reconoce que "es una noticia buenísima para la zona. El Rally do Lacón siempre fue especial para toda la gente de O Carballiño y que esté de vuelta es una excelente noticia para todos. Correr siempre es especial, pero hacerlo en casa le da un punto más. Tengo muchas anécdotas de esa prueba, como cuando íbamos ganando el rally Modesto y yo y se nos rompió un taco del motor y tuvimos que abandonar. También cuando hicimos terceros posteriormente. Son cosas que no se olvidan". Eso sí, la etapa por ahora está cerrada. "Mi hijo me dice que quiere verme correr un rally, pero eso ahora mismo no va a ser. Lo importante es que él disfrute de esto. Yo le voy a ayudar en lo que pueda y a asesorarlo en lo poco que he aprendido. Eso es lo importante".