Economía

Carlos Moure, la bicicleta como vida

Ourense 25/2/21
Entrevista a Carlos Moure hijo con su bicicleta para +motor

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Carlos Moure, en el Campus de Ourense con una de las bicicletas eléctricas con las que circula a diario por la ciudad (MARTIÑO PINAL).
El empresario ourensano reconoce que "la demanda ha crecido durante los dos últimos años" y que el perfil de comprador "cada vez busca mejores productos"

Hay aficiones que se transforman en pasión y otras en una forma de vida. La familia Moure, ahora con Carlos al frente del negocio familiar, es el ejemplo de que ambos conceptos son complementarios.

"Me crié en la tienda de mi familia rodeado de bicicletas, es casi imposible que no me gustasen", destaca Carlos mientras sostiene una de las bicicletas de su propiedad que utiliza todos los días para sus desplazamientos por el casco urbano.

Carretera, mountain bike o paseo, no importa. Las dos ruedas forman parte de la vida de los Moure, que pueden presumir de haber potenciado infinidad de competiciones y ser los responsables de una actividad imprescindible en la ciudad, el Día de la Bici.

Precisamente, la movilidad que se busca promocionar con ese tipo de eventos que reúnen a miles de ourensanos es la asignatura de la ciudad. "Nos queda mucho que aprender en la materia. Tenemos un ejemplo de ciudad que hace las cosas bien a una hora escasa de aquí y es Pontevedra. Ellos están haciendo una ciudad adaptada a este medio de transporte que utilizamos tanta gente todos los días", reconoce.

Muchos aluden a las dificultades para integrarlo en una ciudad tan concentrada como es Ourense. "Esa excusa no vale, construir un carril bici desde Mariñamansa hasta la estación de tren de Ourense es perfectamente viable. Hay un proyecto hecho por un chico que integraría una vía para bicicletas en la ciudad sin ser dura ni romper la ciudad. Incluso ha diseñado ramificaciones para llegar a todos los barrios. Yo la he visto y es una pasada. Solo falta que los políticos de la ciudad quieran ponerla en marcha, porque lo tienen en sus manos e incluso un presupuesto", destaca Carlos Moure.

Las eléctricas, el futuro

Orgulloso propietario de una bicicleta eléctrica y vendedor en su negocio no duda en afirmar que "son el futuro. Cada vez están mejor acabadas y son más ligeras. Es casi como andar en moto porque te ayudan a circular. Son una gozada, la verdad".

Con respecto a los patinetes eléctricos, un voto a favor. "Los patinetes siguen la misma fórmula que la bici, pero hace falta una legislación estricta. No puede ser que un vehículo de este tipo pase a 25 kilómetros por hora por una acera, no tiene lógica" y añade que "para ello sería ideal la creación de los carriles bici, nos ahorraríamos disgustos y muchos problemas, como atropellos o solicitud de sanciones económicas a los usuarios".

Y para los viajes largos, nada de coche, el tren. "Debido a mi pareja, que es opositora, tenemos que realizar viajes largos a Madrid y para nosotros no hay nada más competitivo. Por apenas 30 euros te pones en el centro de la capital sin preocupaciones con respecto al coche o cualquier tipo de limitación. Además, si viajas en pareja como hacemos nosotros, no es rentable para nada. Estamos deseando que de una vez por todas llegue el AVE".

La bicicleta, de moda

Achacada a la pandemia y al posterior desconfinamiento, la venta de bicicletas lleva ya al alza un par de años. Al respecto, Moure afirma que "para nosotros está siendo una buena época. Realmente hasta tenemos problemas para cubrir la demanda de bicicletas que nos piden nuestros clientes, especialmente en el corte medio de precios. El otro día nos comunicaron que hasta finales del próximo año no volveremos a la normalidad en cuanto a producción y stock".

El tipo de usuario es variado, pero el usuario cada vez busca un mejor producto. "Este verano vendimos una Pinarello de 16.700 euros, espectacular. No es lo normal, pero sí es cierto que los compradores cada vez buscan modelos más modernos con materiales más ligeros. Nosotros no podemos quejarnos de como nos van las cosas, pero reconozco que miro a los negocios de mi alrededor y me da pena la situación, ojalá volvamos todos a la normalidad de nuestros trabajos porque esto es la ruina para toda la ciudad", reconoce el propietario de Ciclos Moure.

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