Hooligans de cuneta y forofismos mal entendidos

Es una situación que se vive en prácticamente todos los ambientes. La neutralidad ha desaparecido y el mundo se ha convertido en un conmigo o contra mí. Nada es gris, ya todo es o blanco y negro y lo que antes se reducía a unos ámbitos como la política o ciertos deportes, ahora pasa a cualquier situación de la vida. El Rally de Ourense no ha sido la excepción. Durante los últimos días, el fango ha salpicado al deporte del motor. Un vídeo, el del pinchazo de José Antonio "Cohete" Suárez en el que se escucha un sonor "¡jódete!" me ha revuelto las tripas, la verdad. En las especiales que asistí también escuché algún comentario parecido, pero este ha sido especialmente sangrante. Quizá pertenezco a una generación anterior y el coronavirus lo ha cambiado todo (que también), pero recuerdo imágenes del Rally de Ourense o del Rías Baixas con pinchazos justo en el hocico en el que lejos de increpar, los aficionados se unían para ayudar al piloto (sé que ahora no se puede por la distancia...pero cambian las cosas). Cierto es, que también hay gente que animó a los asturianos, pero ¿Qué necesidad hay de convertir una competición en una lucha más allá de un cronómetro? El hooliganismo de cuneta, el forofismo de bar descontrola las situaciones y como conclusión hacen que el deporte pierda la perspectiva, porque el deporte es eso...deporte. ¿Acaso "Cohete" le ha pedido dinero a algún aficionado para correr? ¿No gusta lo que hace en redes? No lo sigas, es sencillo ¿Ha hecho algo Pepe López para que no se vibre hasta el último metro con un Rally de Ourense inolvidable? ¿Es necesario caer en el insulto? Confundir rivalidad con odio es fácil, especialmente desde fuera. Crear una imagen equivocada de un deporte como los rallys igual de sencillo. Lejos de afinidades, el aficionado que se desplazó a seguir la reanudación del Rally de Ourense debería estar agradecido y feliz del espectáculo que se vivió en los ocho tramos cronometrados. Quizá me hago mayor, pero con el tiempo he aprendido que se puede disfrutar de la vida sin desear el mal a nadie, más que nada por el karma, que dicen que siempre vuelve. Eso sí, a mí dadme a cinco pilotos como "Cohete" y a otros cinco como Pepe López en cada lista de inscritos, con los stories de instagram de uno, las declaraciones a final de bucle del otro y con una lucha a la décima de segundo. El motor es pasión, es gasolina y velocidad, pero al igual que dentro del coche a veces hay que saber frenar y pensar, que ni cobran ni duele por hacerlo.