El mundo se va a la m... , al menos el de los rallys. Con el rendimiento de los neumáticos Pirelli bajo lupa ante su evidente falta de rendimiento en según qué condiciones y con los equipos realmente molestos con ello, ahora es la FIA la que ha decidido tomar medidas para frenar las cada vez más claras y frontales críticas.
El piloto Mads Ostberg ha sido sancionado con 1000 euros y una posible amenaza de retirada de 25 puntos (si vuelve a hacerlo) después de utilizar un lenguaje inapropiado en la meta del tramo 18 del Rally de Cerdeña en el que pinchó "sin motivo aparente". Si bien es cierto que Ostberg, un piloto generalmente amable y tranquilo perdió los nervios, lo cierto es que resulta insólito que ya ni siquiera puedan hablar abiertamente de lo que está sucediendo, más cuando el propio promotor del WRC está haciendo todo lo posible para evitar que esas malas palabras contra el constructor italiano salgan a la luz.
Resulta curioso como de repente, la política de educación y capacidad de autocontrol se rige en función de contra quién se habla ya que he visto pilotos hablar "mal" recientemente de sus coches o equipos y no he visto ninguna reprimenda.
Quizá lo que debería hacer la FIA y la marca de neumáticos es trabajar para mejorar un producto que es clave a la hora de transmitir potencia al suelo y en sentido contrario da seguridad y adherencia para que los protagonistas de esto, los que se juegan la vida, no tengan problemas.
Menos sanciones y más encontrar la seguridad real en las pruebas que precisamente al hilo de lo narrado en un artículo anterior, no está en acotar a la gente en rediles mal llamados "zonas especiales", sino en darle a los equipos elementos de trabajo realmente seguros y fiables.
