La Navidad ha dejado algo más que regalos debajo del árbol a los conductores ourensanos. Además de la adquisición de la pegatina para la zona de bajas emisiones que finalmente no se pondrá en marcha en la ciudad hasta 2024, el fin de las ayudas del Gobierno al combustible y la subida del precio constante han encarecido el depósito a niveles difíciles de sostener.
El día 23 de diciembre, los conductores de la provincia de Ourense podían llenar un depósito de gasolina de 50 litros por 64,65 euros y uno de gasóleo por 68.65 euros de media, ya que el precio del combustible se situaba en 1,593 € por litro de gasolina 95 y el de gasóleo en 1,673 €, a lo que había que sumar la ayuda de 20 céntimos del Estado y otros 10 céntimos que muchas compañías petrolíferas añadieron para mantener un consumo constante.
Los diez céntimos de descuento, un pequeño alivio
Sin embargo, el fin de la ayuda del Gobierno y la subida constante y diaria del precio de los combustibles, ha hecho que repostar en Ourense sea de media 13 euros más caro en un vehículo gasolina y 12 euros en un diésel, siempre y cuando se forme parte de los programas de afiliación de las petroleras (o lo tengan como promoción), lo que permite seguir contando, al menos de forma temporal con los 10 céntimos de descuento. El precio de un depósito se fija de esta forma se sitúa en 77,85 euros en gasolina y 80,80 euros en diésel
En el caso de no tenerlos o no acudir a estaciones de servicio con bonificación (generalmente condicionado a repostar un mínimo de litros), el precio crece actualmente en cinco euros por depósito. De esta forma, se situaría en 82.85 euros por depósito de gasolina y 85.80 euros por depósito de combustible es decir, 18 y 17 euros más caro.
Es por ello que muchos conductores hacen cola actualmente en las gasolineras con menores precios, ya que la diferencia es más que evidente a la hora de llenar el depósito, en un elemento que es imprescindible para el día a día de miles de ourensanos.
