Tribuna

Un melón que había que abrir: Gracias Helena Carrasco

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La copiloto ha conseguido que la Rfeda permita elegir si se quiere competir (o no) en el trofeo femenino

De un tiempo a esta parte (por suerte) muchas cosas están cambiando. La mentalidad, la forma de actuar y sobre todo, el respeto y creencia de que la persona no depende de una identidad ni un género. En el automovilismo español (y muchos otros países europeos y distintas federaciones regionales, incluida la gallega), se crearon hace años trofeos femeninos que buscaban fomentar la participación de la mujer en este deporte, conscientes de las dificultades que entrañaba su entrada en este deporte, todavía lleno de prejuiciosos que miden su valía en función de la testosterona.

Esos cambios han hecho que la mujer no solo haya entrado con fuerza en el deporte (generalmente en el copilotaje, aunque con pilotos de gran nivel como Ángela Vilariño o Cristina Gutiérrez, entre otras), sino que busquen la equiparación real a los deportistas masculinos. Helena Carrasco ha puesto en marcha, ya hace tiempo, una iniciativa en la que se permita a las deportistas femeninas renunciar a participar dentro de ese trofeo, igualando de una vez por todas el desempeño y reconociéndolo en función de sus capacidades con las notas o el volante.

Ese melón que nadie se atrevía a abrir, quizá por miedo, quizá por falta de ganas, se ha abierto definitivamente con la aceptación de esta medida por parte de la Rfeda, que permitirá inscribirse (o no) en el trofeo femenino.

Un pequeño paso en materia de igualdad, pero un paso enorme para conseguir lo que todos (o casi todos los aficionados) queremos, que las cualidades y valía de los deportistas se midan contra el cronómetro, no en función de un DNI. 

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