Los WRC de nueva generación han sido un difíciles de ver en manos privadas y cuando se dice difícil es que ha sido prácticamente imposible. Tan solo M-Sport, que necesita financiación constante para sus proyectos y Hyundai a través de la cesión de varias unidades al equipo satélite 2C han puesto un poco de color a estos coches.
Ahora, con el fin de una generación de modelos que pasará a la historia por su espectacularidad, surge el primero de los "unicornios" para que pase a las manos de uno de los muchos coleccionistas a nivel muncial.
El chasis 20 de Citroën C3 WRC, utilizado como mula de test de neumáticos por Pirelli y propiedad de Sainteloc Racing ha sido puesto en venta. Esta unidad, ex Sebastian Ogier, ha sido utilizada además por Andreas Mikkelsen y Petter Solberg en el desarrollo de las gomas que montan los equipos en el WRC.
El C3 WRC se entregaría con kit de asfalto y tierra y solo 1.000 kilómetros. Según indican en el anuncio, podría realizar 3.000 más. Y el precio, como viene siendo habitual en este tipo de unidades tan exclusivas, a negociar.