El objetivo es garantizar el funcionamiento de sus sistemas antes de salir a la venta
El Seat Ateca FR ha sido el vehículo que Seat ha sometido a los más de 60 test diferentes y en unas condiciones climáticas que rondan los - 35 grados, en un lago congelado, cercano al Círculo Polar Ártico. Con una capa de hielo de 60 centímetros, Seat sometió al Ateca FR a las más duras pruebas, para garantizar su correcto funcionamiento antes de salir al mercado.
Entre las diferentes pruebas realizadas se somete al control de estabilidad a su calibramiento. Para ellos en una pista de hielo de 6 km cuadrados, el sistema se desactiva en diferentes grados, y si el vehículo pierde su trayectoria, el sistema ESC (control electrónico de estabilidad) corrige esta, recuperando la trayectoria. Otra prueba es su test de frenada, con un tramo de 200 metros calefactados 10 grados y otro tramo a - 16 grados, se somete a su ABS a un calibrado, para que el conductor controle la estabilidad del vehículo. La nube de nieve producida por otros vehículos que nos anteceden, puede llegar a obstruir nuestro filtro de aire. Para ello se simula con dos vehículos circulando uno detrás del otro, a una velocidad de 80 km/h, durante 50 km y comprobando que el filtro no se satura, evitando de esta manera una pérdida de potencia del motor.
Los test realizados en estas condiciones, suponen una prueba de durabilidad equivalente a más de 30.000 km, que forman parte de los 150.000 km a los que el fabricante somete a sus modelos en otras circunstancias climáticas, analizando los desgastes que pueden sufrir con el paso de los años y su uso por los clientes.
