El alicantino fue el gran dominador de la edición número 51 del Rally de Ourense, en una prueba marcada por la mala climatología y las sorpresas finales
Miguel Fuster y Nacho Aviñó lograron ayer la victoria en la edición número 51 del Rally de Ourense, quinta cita puntuable para el Campeonato de España de Asfalto, disputado bajo unas condiciones climatológicas extremas, especialmente en la jornada del viernes, lo que causo innumerables abandonos.
Fuster, cinco veces campeón de España, dominó la competición desde la primera pasada por la especial de Toén y dejó prácticamente sentenciada la prueba tras marcar un espectacular crono en la segunda pasada por A Peroxa, bajo la lluvia y a través de la niebla.
Tras una primera jornada para enmarcar, Fuster, que con este triunfo empata con Chus Puras en lo más alto del palmarés de la cita ourensana, se dedicó a gestionar su ventaja, viéndose favorecido por los errores cometidos por su máximo rival, Iván Ares, que finalmente fue segundo clasificado.
Y es que el vigente campeón lo intentó pero no pudo con Fuster. El toque en el shakedown (que le impidió disputar el tramo de calificación), la pasada de frenada en el primer paso por Toén y el pinchazo en la segunda pasada por la especial de Melias fueron demasiados fallos para intentar hacerse con la victoria
Tercero fue, casi sin proponérselo el andorrano Joan Vinyes. Tras verse sin opciones al sufrir problemas en la primera jornada, los abandonos de sus rivales (el prematuro abandono de José Antonio Suárez en la primera especial, la salida de carretera sin consecuencias físicas en Cañón do Sil de Surhayén Pernía y la rotura de motor de Javier Pardo) le permitieron escalar hasta el escalón más bajo del podio, eso sí, a más de cuatro minutos de la cabeza de competición.
Alberto Monarri y Rodri Sanjuan fueron el primer equipo clasificado en la categoría de dos ruedas motrices y cuarto de la general absoluta. La lluvia y lo deslizante del terreno, sumado a un problema con un sensor de temperatura en su Abarth les retrasó, pero firmaron el mejor resultado de la temporada hasta el momento.
Completó los cinco primeros clasificados otro piloto lastrado por los problemas mecánicos. Fran Cima y Diego Sanjuan, sufrieron todo tipo de percances en su debut nacional con el Renault Clio N5. Unos reglajes para suelo seco, problemas de condensación en el parabrisas y la esperada falta de adaptación jugaron en contra de un equipo que aspira a los puestos de cabeza.
Javier e Iván Bouza fueron uno de los protagonistas de esta prueba. En el Renault Clio R3T, fueron de los más rápidos bajo el diluvio de la primera jornada y gracias a ello se auparon al sexto lugar de la tabla, segundos entre los dos ruedas motrices.
Séptimo, el vencedor de la Beca R2. Jan Solans y Mauro Barreiro supieron nadar y guardar la ropa en la debacle y la tormenta, para sumar unos puntos que dejan prácticamente sentenciado el campeonato a su favor, a falta de conocer si tendrá presupuesto suficiente para completar las citas restantes
Emilio Vázquez, mejor ourensano
El premio a la perseverancia y la búsqueda de un sueño fue para Emilio Vázquez y Héctor Rodríguez.
Después de cinco años trabajando en un Citroën Zx Kit Car montado por él mismo, Vázquez se hizo con el octavo lugar de la clasificación, en una prueba en la que demostró un gran ritmo y rendimiento a lo largo de los 180 kilómetros cronometrados de la prueba.
El noveno lugar de la tabla fue para otro ourensano, Diego Félix, que en un Mitsubishi Lancer Evo X, terminó con varios cronos destacables en la recta final de la competición.
El asturiano Fredy Tamés, vencedor de la Copa Suzuki Swift, fue el décimo clasificado final de la prueba.
En la Copa Dacia Sandero, el vencedor fue el José Álvarez, que se aupó al liderato en la séptima especial tras el pinchazo de José Frade y Cristian Fierro, que finalmente serían segundos de la monomarca.
