Tribuna

"La Zorra y las uvas" del motor nacional

La fábula de la zorra y las uvas es al mundo del motor como hablar de uvas verdes y maduras y patrocinadores que se consiguen o no. Todos aspiran a conseguir los jugosos y maduros frutos y cuando ven que no pueden alcanzarlas u otros sí los consiguen se autoconvencen de que estaban verdes (lo que en los rallys se traduce en criticar o a culpar de intangibles a los que ponen dinero, ese que tanto anhelan) o de que el esfuerzo no merece la pena.

En las últimas semanas se está intentando centrar y derivar las atenciones de problemas con el coronavirus a los apoyos (o la falta de ellos) que dan ciertas marcas o empresas en el mundo del motor. Sinceramente, es la historia de siempre, en un año particularmente complicado en un deporte que necesita de una enorme financiación para seguir adelante. Las críticas feroces e injustificadas a quien pone el dinero para que corran otros están fuera de lugar, más cuando en muchos casos los movimientos son correctos desde un punto de vista comercial y personal (resumiendo, cada uno con su dinero puede hacer lo que quiera).

En un tiempo en el que la mayor parte de las marcas han visto que el motor es un negocio y no un método de promoción de sus productos, resulta infantil y muy poco ético 'atizar al muñeco' que con la que está cayendo sigue financiando proyectos. Ya sea con compras de coches que todos quieren ver o patrocinando campeonatos, lo mismo da. Una vez más, en la cainita sociedad en la que vivimos estrujamos la naranja hasta que no da más y después, cuando se cansa y se va, se convierte en el enemigo.

Reflexión, que parece que viene la 'noite pecha' a los rallys y las uvas van a estar un poco más caras en 2021...o más.

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