CRÓNICA

En 10 días Verín hará “cuentas"

La gran mayoría de los bares verineses lucían este miércoles el cartel de "cerrado" (MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera La gran mayoría de los bares verineses lucían este miércoles el cartel de "cerrado" (MIGUEL ÁNGEL).
La mayor parte de la población confía en la medida adoptada entre Concello y hostelería para revertir la tendencia al alza en los positivos por covid, otros prefieren esperar 10 días para valorar cifras económicas y datos sanitarios

El poco tránsito registrado ayer por las principales calles de Verín se podía asemejar a una tarde dominical, especialmente, entre las 13,30 y las 16,30, momento en el que, además de bares, el sector comercial permanecía cerrado al público. Unos viales desangelados, pero una población convencida con la medida adoptada entre Concello y gran parte de la hostelería: "A ver si de esta manera se puede frenar la epidemia en Verín", manifestaba, a su paso por la plaza García Barbón, Verónica Colmenero, vecina de la villa. "Es verdad que Verín está demasiado tranquilo. Pero a mí me parece bien la iniciativa", añade Verónica, quien asegura que el cierre de bares durante 10 días no ha trastocado demasiado sus planes: "La verdad es que mi horario de trabajo por la semana no me permite salir a tomar un café ni nada de eso". 

Por la misma plaza, enclave de confluencia de establecimientos hosteleros y de reunión de los verineses, camina Cristina Pérez, también vecina de la localidad y que respalda con su aprobación el paso dado por gran parte del sector. "Lo veo muy bien. Creo que es una manera de cortar un poquito el brote tan grande que tenemos aquí en Verín", señala. "Claro que el pueblo está decaído con los bares cerrados, pero si esta medida al final supone una mejora para todos ... ¡Yo pienso que es una buena postura!

Un trabajador: "Puede que sea una medida efectiva, pero no sé si será la solución. Quizá habría que cerrar todo"

Otros vecinos, especialmente los que regentan negocios en la villa, prefieren esperar al paso del tiempo para valorar si el paso dado conjuntamente por la Administración local y la hostelería surte efecto. En el estanco ubicado en la plaza García Barbón, con más de 80 máquinas expendedoras de tabaco repartidas por los bares de la localidad, temen que los cierres les afecten directamente. "Quizás vendamos aquí más, pero claro, en los bares no. Lo valoraremos al pasar los 10 días, momento en el que echaremos cuentas. Si las ventas de estos lugares vienen para aquí, pues genial", explica Javier Fernández, trabajador del establecimiento, quien prefiere preservar su opinión sobre la medida del cierre. "Lógicamente, claro que me preocupa la incidencia del virus, pero no sé si será una medida efectiva. Creo que sí, pero no sé si será la solución. Puede que la misma pase por cerrar todos los 10 días. O todo o nada. Al final los supermercados tienen mucha gente, en los bancos ya ves, se forman largas colas en las calles... yo que sé", añade el trabajador. 

Los cafés, “en dos minutos"

Varios establecimientos hosteleros, restaurantes en horario de comida y cena y bares, sí abrieron este miércoles sus puertas, sin embargo, y tal y como adelantaban desde Cafetería Nito, dadas las nuevas restricciones, este mismo jueves se verán abocados al cierre al no poder atender a la clientela ni en el interior del local, ni en las terrazas -un decreto de la alcaldía así lo indica-. La cadena de panadería y bar Corbaceira, en la localidad verinesa, mantiene abiertos todos sus establecimientos al ofrecer un bien de primera necesidad como es el pan, no obstante, los trabajadores afirmaban este miércoles que, quien se anima a tomar un café en estas instalaciones, pasa en su interior muy poco tiempo por el miedo derivado de esta situación. "Hay mucha menos gente. Yo creo que influye el miedo al covid y que si somos cuatro los que estamos abiertos pues se cree que todo el mundo vendrá a estos lugares", apunta Lidia Requejo, trabajadora de Corbaceira. "La gente que viene a tomarse un café al tiempo que coge una barra de pan se lo bebe y se va muy rápido", añade. 

El Concello de Verín pasó al nivel tres de medidas restrictivas, con limitación de reuniones a grupos de convivientes y aforos en restaurantes al 50 por ciento.

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