MONTERREI

Abandonado y en los huesos

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photo_camera "Chocolatina", en el centro veterinario donde intenta recuperarse de la desnutrición y el maltrato.

'Chocolatina' se cruzó el lunes con su ángel de la guarda cerca del río Támega. Hubiese perecido de inanición. 

Afortunadamente, "Chocolatina" todavía podrá ladrarlo -contarlo- si supera el primero de los tratamientos de choque contra el maltrato sufrido que en una de las clínicas veterinarias de Verín, colaboradora de la protectora Pro Animales, le están suministrando para que recupere los más mínimos registros vitales. Su vida no cambió el día en que la hallaron tan absolutamente desnutrida que, huidiza, pensativa y temerosa de que el humano que se le acercaba le causaría todavía más daño del ya infringido, decidió echarse a andar para solamente completar un par de pasos antes de desplomarse totalmente desfallecida por la falta de las más mínimas fuerzas para aguantar de pie.

Su vida cambió, como así reconocen desde la asociación verinense de defensa de los animales, "el día en que tuvo la mala fortuna de cruzarse con un ser tan vil que la utilizó para la caza -se trata de una raza usada para tal fin- y que luego, o bien la abandonó por ya no servirle, o la mantuvo sin comer hasta que acabase falleciendo de hambre", sospechan desde Pro Animales.

La contestación social que está teniendo este caso en su perfil no deja lugar a dudas de la indignación que su hallazgo ha provocado. Los portavoces de Pro Animales insisten en la necesidad de que sea el Seprona el cuerpo que incremente la vigilancia y las denuncias de "este tipo de prácticas deleznables. Porque sus agentes saben perfectamente dónde están situadas las perreras de los cazadores que no cuentan con los más mínimos requisitos establecidos por la ley, y en las que se mantienen a los perros de caza, a veces, hasta sin comer para que en la temporada salgan mucho más ágiles tras las presas".

Desde Pro Animales insisten: "Tenemos por norma no entregar a ningún perro que vaya a ser utilizado para la caza, porque conocemos cuál es el modus operandi de algunos de ellos, que no todos. Si la mascota les vale, bien. Si no, bien la acaban abandonando o, en el peor de los casos, como así tenemos conocimiento, acaban ellos mismos sacrificándolos", afirman desde la protectora.

"Chocolatina" lleva un chip conocido como fantasma, está el dispositivo pero no está asociado a ningún registro, algo que también demandan a los cuerpos de protección de la naturaleza: "Deberían no sólo comprobar si tiene chip, sino si además ese animal figura en algún registro para poder identificar claramente al dueño de la mascota".

No ha sido el único caso grave que han recibido. Dos meses atrás, recogían a "Luna", una boxer para la que están solicitando ayuda económica porque el maltrato al que le sometió su poseedor la dejó sin poder sostenerse sobre sus patas traseras. Las primeras curas tuvieron su efecto, pero la lesión debe subsanarse con una intervención quirúrgica valorada en casi 2.000 euros. Todos los que deseen colaborar en el sostenimiento tanto de este colectivo como específicamente en la operación de "Luna" pueden realizar su donativo en cualquier sucursal de Abanca.

El caso de este ejemplar de braco se suma a los muchos atentados que se están detectando en la comarca de Monterrei, en las últimas semanas, por parte de este colectivo que actúa en defensa de los animales.
 

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