Con pancartas y altavoces preparados para la tercera protesta en el paso fronterizo de Feces de Abaixo clamando la “apertura da fronteira xa”, los vecinos de este pueblo desconvocaban la concentración ante la noticia de que Portugal y España levantaban el cierre de la frontera entre ambos países.
Y es que desde el 31 de enero la frontera hispanolusa permanecía cerrada excepto para el tránsito de nacionales y residentes, transporte de mercancías y trabajadores transfronterizos, por los pasos autorizados, algo que perjudicó y saturó enormemente a los comercios raianos, que viven casi al 100% del movimiento transfronterizo.
Ante la noticia, los vecinos de Feces respiraban más aliviados y “estamos moi contentos por conseguir a apertura tras a nosa loita”, asegura Puri Regueiro, representante de los empresarios de Feces. Como ella, muchos otros recibían la noticia con entusiasmo, pero conocedores de que “aínda non está todo o traballo feito”.
Esto se debe a que, a pesar de que se abran las fronteras, Galicia está cerrada perimetralmente, algo que preocupa a los comerciantes raianos, ante la falta de claridad por parte de las autoridades: “Pedimos á Xunta que nos teñan máis en conta, porque os transfronteirizos temos que ter un trato especial xa que é un comercio que non se entende os uns sen os outros”, exclama Regueiro.
Así, entre alegría y preocupación pasaba el día en Feces de Abaixo, con un sabor agridulce esperando noticias verdaderamente buenas, pues como destaca Antonio Dosantos, del comercio Toni, “non hai motivo para unha gran alegría, porque abriron as portas pero puxeron unha reixa”.
Perímetro
Este vecino sigue reclamando lo que, a su parecer, considera la única salida para el comercio transfronterizo: un perímetro de seguridad entre los territorios limítrofes, “o perímetro, que é o que pedimos nós, é a única baza que temos para que nos solucionen os problemas na fronteira”.
Autoridades políticas de Verín y Chaves y personalidades de comercios de la villa del Támega apoyan la idea de crear una zona de movilidad entre estos territorios vecinos -así lo demostraron en las manifestaciones que se celebraron en el paso fronterizo los dos viernes pasados-, pues como explica Dosantos, “non ten sentido que eu poida ir a outra punta de Galicia pero non poida ir a Chaves que está a 10 minutos”.
Ahora, ¿Cuál será el próximo reto de los vecinos de Feces de Abaixo? Conseguir que las autoridades aclaren las normas actuales y continuar luchando por ese perímetro de 30 kilómetros para que no vuelvan a tener que subir las persianas de sus comercios para mirar como pasa el tiempo sin generar flujo económico.
Rueda pide colaboración para el cierre de Galicia
Alfonso Rueda, vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Turismo de la Xunta de Galicia remitió este viernes una carta a Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior del Gobierno español para pedir colaboración entre administraciones sobre la situación actual referente a la frontera con Portugal.
El vicepresidente de la Xunta explica que “actualmente se encuentra en vigor en la Comunidad Autónoma de Galicia la medida de limitación temporal de la entrada y salida de personas en el territorio de la Comunidad”, añadiendo que “esta misma medida se encuentra en vigor actualmente en todas las comunidades que tienen frontera con Portugal”.
Por ello, Rueda solicita al Gobierno central “la máxima colaboración de esa administración a los efectos de asegurar el cumplimiento de la medida y que, por tanto, los desplazamientos por la frontera se ajusten a la regulación establecida en las indicadas normas”, tras enterarse a través de los medios de comunicación de la apertura.
Falta de comunicación
Desde la Subdelegación del Gobierno en Ourense explican que los Gobiernos portugués y español levantaron los controles en la frontera, una buena noticia para estos países vecinos.
A pesar de esta buena nueva, los vecinos fronterizos vislumbran otro “bache” en el tránsito y movimiento de un lado al otro de A Raia. Y es que la comunidad gallega está cerrada perimetralmente, norma marcada por la Xunta de Galicia que sigue en vigor en estos momentos.
Aunque las fronteras con Portugal dependen directamente del Estado, la Subdelegación del Gobierno señala que Galicia está cerrada por la autoridad competente de la Comunidad, la Xunta, algo que provoca que, según este órgano estatal, “na fronteira non haberá controis pero o peche perimetral da Comunidade decretado pola autoridade competente está vixente, como se recolle no DOG", y en el que se marcan unas circunstancias excepcionales, como cuestiones de trabajo, por ejemplo.
La Xunta recibió la noticia esta mañana y Alfonso Rueda ha lamentado la ausencia de comunicación oficial: “A día de hoy no tenemos información y no sabemos cuáles son los efectos de esta apertura de la frontera”, 1.200 kilómetros de Raia.
