La antigua aduana de Feces de Abaixo pronto se convertirá en la sede de la Eurociudad Chaves-Verín. Varios trabajadores se afanaban en la mañana de ayer en dar los últimos retoques al edificio, que fue rehabilitado con una partida de 323.338,40 euros.
El proyecto de mejora, que fue adjudicado por la Diputación provincial, está integrado en el Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal 2007-2013 (POCTEP), cofinanciado en un 75% con fondos Feder de la Unión Europea. 'La previsión es que la mejora del edificio esté finalizada dentro de un mes y acto seguido abriremos la sede de la Eurociudad', aseguró el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán.
Las obras se realizaron respetando la estructura del inmueble, incluido el escudo que tiene en una de las fachadas. El interior fue dividido en varias salas para acoger, además de las dependencias transfronterizas, una oficina de información a la juventud de ambos países, que abrirán de forma conjunta la Xunta de Galicia y el Gobierno luso; otra para prestar apoyo a la mujer, un gabinete técnico jurídico e incluso una sala de ensayo de música y para ofertas culturales a un lado y otro de la frontera.
El edificio fue cedido por el Ministerio de Hacienda a mediados del año 2009 al Concello de Verín, después de que quedara en desuso a principios del año 1992 con la supresión de las fronteras dentro de la Unión Europea.
La antigua aduana, una vez abandonada, fue objeto de varios actos vandálicos, que comenzaron en las ventanas y puertas, provocando que se pudiera acceder al interior y rebuscar entre los múltiples documentos que durante años cubrió la Guardia Civil para controlar el tráfico de personas y mercancías. Jiménez Morán recordaba ayer que todo lo que había en el interior fue a parar a la basura 'porque estaba muy deteriorado. El edificio estaba en ruinas, pero aún fue cedido a tiempo, porque si dejamos pasar unos cuantos años más, se derrumba toda la techumbre', explicó.
Las obras se realizaron respetando la estructura del inmueble, incluido el escudo que tiene en una de las fachadas. El interior fue dividido en varias salas para acoger, además de las dependencias transfronterizas, una oficina de información a la juventud de ambos países, que abrirán de forma conjunta la Xunta de Galicia y el Gobierno luso; otra para prestar apoyo a la mujer, un gabinete técnico jurídico e incluso una sala de ensayo de música y para ofertas culturales a un lado y otro de la frontera.
El edificio fue cedido por el Ministerio de Hacienda a mediados del año 2009 al Concello de Verín, después de que quedara en desuso a principios del año 1992 con la supresión de las fronteras dentro de la Unión Europea.
La antigua aduana, una vez abandonada, fue objeto de varios actos vandálicos, que comenzaron en las ventanas y puertas, provocando que se pudiera acceder al interior y rebuscar entre los múltiples documentos que durante años cubrió la Guardia Civil para controlar el tráfico de personas y mercancías. Jiménez Morán recordaba ayer que todo lo que había en el interior fue a parar a la basura 'porque estaba muy deteriorado. El edificio estaba en ruinas, pero aún fue cedido a tiempo, porque si dejamos pasar unos cuantos años más, se derrumba toda la techumbre', explicó.
