Entrevista

“La biblioteca de Verín es mi segunda casa y motor cultural de la villa"

Lorena Carnero es voluntaria de la biblioteca desde 2009

La American Library Association seleccionó a Verín junto a otras 36 bibliotecas de todo el mundo por su papel integrador y por su proyecto de voluntariado con el que se fomenta la lectura entre los más pequeños. Se pretende reconocer públicamente la buena práctica hecha desde este espacio, a través del Congreso Internacional de Chicago que se celebrará virtualmente. Una de las voluntarias que vio nacer el proyecto, en 2009, es Lorena Carnero, que también escribió un libro sobre Xesús Taboada Chivite. 

¿Recuerda qué le animó con 13 años a involucrarse en el proyecto de voluntariado cultural?

La ilusión de ver que era algo que funcionaba y la pasión por los libros. 

¿En qué consiste la figura del voluntario cultural?

Las actividades que hacemos son de fomento a la lectura. Promovemos cuenta cuentos y manualidades. Leemos un libro sobre una temática en concreto y después enlazamos una manualidad para desarrollar la creatividad de los "peques". La bibliopiscina se hace en verano y es algo de lo que nos sentimos orgullosos, porque 11 años después sigue funcionando. 

¿De qué manera logran enganchar a una niña o niño tan pequeño a la práctica literaria?

Pues en muchos casos prestan mucha más atención cuando quien les lee el libro es alguien más pequeño, como ellos. Creo que es porque se ven un poco más reflejados. La generación que nos siguió a los voluntarios más veteranos fueron "peques" que venían a las actividades, crecieron con nosotros. 

También es importante crear equipo. 

Tal cual. Somos una especie de familia. Tenemos gente de todas las edades y a veces realizamos actividades con las que fomentamos un vínculo mayor. Hay muy buen ambiente. 

Los movimientos asociativos o voluntarios tienen, a veces, fecha de caducidad, ¿cómo se logra mantener una iniciativa de estas características sin desgastarse?

Es una buena pregunta, pero difícil. Yo creo que la esencia son las ganas y la ilusión. Creo que es importante transmitir eso a los demás y cada verano intentamos ofrecer cosas distintas en las actividades.

¿Qué cree que le aporta a Verín su biblioteca municipal?

Realiza una labor que es esencial. Yo estudié en A Coruña, en donde tengo quizá una perspectiva más amplia, y sin duda seguiría viniendo a la biblioteca de Verín. Es el motor cultural de la villa, sin duda alguna. 

¿Por qué se decidió a escribir sobre Xesús Taboada Chivite?

Yo llevo como te digo en A Coruña muchos años y cada vez que vengo a Verín veo a mis padres y a mis abuelos y ya mi segunda casa es la biblioteca. Me voy para allá y les pregunto si hay algo que hacer. Precisamente, en una de esas conversaciones que surgen a veces, Vicente y Aurora me empezaron a hablar de Taboada Chivite porque yo fui al instituto que lleva su nombre. Me pareció un poco triste que casi no sabía nada de esa persona. Ellos me hablaron con mucha pasión sobre su figura y me involucré en el tema. Ahora se está haciendo algo bonito, de lo que no se puede decir nada todavía, de Luis André.

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