Dicen que la Vespa está hecha para rodar por ciudad, pero Miguel Ángel y José Luis Domínguez vuelven a demostrar, una vez más, que la cultura más urbanita tiene su espacio en Verín, con una gran agrupación de vespistas.
Cuál es el espíritu del verdadero vespista? Miguel Ángel y José Luis Domínguez, presidente y vicepresidente del Vespa Club Verín, lo tienen claro: transmitir buen rollo. Es por esto que, hace más de una década, se introdujeron en el mundo de la Vespa italiana. Lo hicieron regalándole a su padre, Miguel Domínguez, esta mítica moto y, tiempo después, se juntaron en su garaje familiar de Verín con 14 modelos distintos, ¿el más antiguo? una 125 N con manillar de tubo, fabricada en 1950 y que tardaron más de nueve meses en restaurar. Se trata de un hobby que desempeñan con "cariño" y mucho esmero en su tiempo libre. 
El Vespa Club Verín nació hace 10 años, promovido por un grupo de aficionados jubilados de la localidad -entre los que se encontraba el patriarca de los Domínguez- que quedaban los domingos para rodar. Los mismos moteros comenzaron a organizar, además, la Concentracion anual de Vespas, Lambrettas y motos clásicas de la villa, que este año alcanzará su novena edición. Desde hace dos es Miguel Ángel quien lidera la agrupación y tomó, como una de las primeras medidas, la decisión de adherirla al Vespa Club España, en donde figuran con el número 15. En la actualidad el Club local cuenta con 28 vespistas. "No está mal para una villa como Verín. Hace años empezaron a entrar muchas personas, pero no todo el mundo entendió el espíritu de un club y el de vespista. Algunos tuvieron que salir", recuerda Miguel Ángel.
Además de la ya tradicional concentración, que se celebrará el próximo 7 de julio y que este año promocionará el concello de Riós -en cada ocasión el "pelotón" visita un municipio de la comarca para promocionarlo-, el club acaba de estrenar polos oficiales y chaquetas con el Cigarrón como insignia y celebrará dos comidas a lo largo de 2019. También promovieron el Scooter Rally Ribeira Sacra -con salida desde Pereiro de Aguiar- y mostraron su faceta más solidaria recogiendo una importante cantidad de tapones para Noa, la niña verinesa que necesitaba comprar un mecanismo para controlar su diabetes. "No sólo se trata de andar en moto. Nosotros queremos hacer cosas en favor del pueblo", dice José Luis Domínguez. "Una cosa es tener una vespa, y otra cosa es ser un vespista", apunta Miguel Ángel. "La ruta del próximo 7 de julio está abierta a todo el mundo. Tendrá 60 kilómetros e incluirá dos paradas", añade José Luis. Una oportunidad para conocer el corazón de Monterrei a dos ruedas.
