El puente que unirá Queizás con Pazos, en Verín, podría ser una realidad a lo largo de este próximo 2020. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del ejecutivo que preside el socialista Gerardo Seoane y cuya inversión prevista rondaría el millón de euros.
Esta semana la administración local aprobó la expropiación de los terrenos necesarios para acometer la obra. "El proyecto se licitó ya hace un mes y la recepción de ofertas terminará el día 2 de enero", adelantó el regidor local. "Con lo cual, la obra se adjudicará a lo largo del mes de enero", añadió.
Con estos cálculos se estima que, en un plazo de ocho meses, la actuación esté completada al cien por cien. "Esperamos que el puente este hecho este año", apremió Gerardo Seoane.
Tal y como explicó el alcalde, el acceso al Polígono empresarial de Pazos, que en la actualidad se hace por el centro de Verín, en el futuro se hará por el nuevo puente. "Se calcula que unos 600 vehículos diarios, muchos de los cuales tienen como destino el Polígono de Pazos, ya no pasarán por la villa, sino que desde Queizás y desde otras zonas como Albarellos pasarán directamente al parque y a Pazos", afirmó el regidor local verinés.
En el apartado medioambiental, la ejecución de este proyecto vendrá a propiciar una importante reducción de emisiones de dióxido de carbono desde el centro de Verín. Según fuentes municipales, las emisiones de CO2 que se desprenden -por el tránsito motorizado- desde el área urbana de la localidad ascienden a 2.958,29 toneladas. Del mismo modo, también se ha estimado que son 600 los vehículos que diariamente atraviesan sin detenerse el vial principal del ámbito urbano de Verín, lo que implica una emisión -en este ámbito- de 221,87 toneladas de emisiones y que se podrán eliminar.
La actuación será subvencionada al 80 por ciento por el Instituto de Diversificación Energética.
