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El espectáculo "Unha noite en Caldeliñas" fusiona música y humor en Verín

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photo_camera Imagen de archivo de una obra de teatro de Namarella. (Foto: cedida).
Namarella Teatro y Fuego Stret Band se reinventan el viernes y el sábado en Verín

Los amantes del teatro, el humor y la música tienen una cita este viernes y el sábado en el Auditorio de Verín. Los grupos locales Namarella Teatro y Fuego Stret Band se reinventan para fusionar música y humor con una pieza propia: “Unha noite en Caldeliñas”. 

Viernes a las 21,00 horas y el sábado a las 20,00 horas, los integrantes del grupo teatral y la charanga verinesa ofrecerán un espectáculo “nunca antes visto”, pero como dice Miguel Tomé, integrante de Namarella, “hai que arriscarse e reinventarse, máis nestes tempos”.

Así, tras el parón provocado por la pandemia, Namarella vuelve a subirse al escenario del Auditorio verinés, pero esta vez acompañados de 12 músicos y una cantante.

Fusión

Esto se remonta a hace dos años, cuando se les “encendió la bombilla” a Tomé y a Roberto González y Santiago Colmenero, dos integrantes de Fuego. “Fomos escollendo temas musicais e pezas que puideran integrar un todo, do que saíu “Unha noite en Caldeliñas”, explica el aficionado del teatro. La obra se compone de piezas de swing y jazz, monólogos, “performance” y dosis de humor. 

Así, los siete integrantes de Namarella teatro estarán acompañados por tres integrantes de Fuego y un elenco de músicos de categoría, tanto locales -David Rodríguez Rivada o profesores del Conservatorio- como personas de Ourense, Vigo y Zamora. Todos ellos tienen claro el objetivo final de “Unha noite en Caldeliñas”: “Conseguir que a xente ría, que desfrute da hora e media de espectáculo e que por un momento se esquezan do mundo e os seus problemas”, apunta Tomé.

El coste de la entrada -cinco euros- es simbólico, señalan: “É un prezo para facernos cargo dos gastos, de comidas e desprazamentos dos participantes que veñen de fóra. O espectáculo facémolo por amor á arte”, concluye Miguel Tomé, quien junto con sus compañeros cuenta las horas para volver a hacer lo que más les gusta: robar carcajadas.

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