Siete guardias fluviales vigilan los arrastres en el río Támega

Los arrastres de materia orgánica a causa de los incendios forestales hacia el cauce del río Támega mantienen en alerta a la Confederación Hidrográfica del Duero. Siete guardias fluviales vigilan constantemente el cauce ante la sospecha de que los troncos y ramas carbonizadas, además de las corrientes de barro, pueden provocar posibles desbordamientos, así como ocasionar daños en la fauna y flora
El río discurre turbio a causa de los arrastres de ceniza, perfectamente visible en los remansos, dada la abundante maleza que crece en el cauce. El organismo de cuenca no tiene previsto de momento acondicionar el cauce, como viene reclamando el Concello de Verín.

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