Una nueva infraestructura se levanta en Albarellos -al lado de las piscinas municipales-, un lugar que tiene por finalidad ser un hogar para sus futuros 10 usuarios. Son dos Casas do Maior, “Monterrei” y “Afouteza”, las que se van a poner a andar en el mes de febrero. Un servicio que facilitará la conciliación de las familias del municipio. Una casa abrirá de 08,00 a 16,00 horas y la otra de 13,00 a 21,00 horas, tiempo en el que sus gestoras realizarán actividades de todo tipo con los mayores, eso sí, “adaptándolas a los gustos y preferencias de nuestros usuarios”, apuntan.
Las personas que quieran beneficiarse del servicio podrán anotarse en el Concello de Monterrei, donde la decisión final para otorgar plaza la tomará la Xunta de Galicia.
Eva García y Mili Rodríguez son las caras visibles de esta aventura, dos vecinas de Monterrei retornadas que han decidido dar un cambio a su vida. “Vi en esto una oportunidad, trabajé en diferentes ámbitos, pero el cuidado de mayores no lo había tocado, y me llama la atención. Además, creo que en nuestra comarca es donde hay trabajo y necesidad asegurada”, señala García, mientras que Rodríguez se decidió a embarcarse en la Casa do Maior porque “hice un curso sociosanitario y me gustó, es algo que me llamó la atención y me animé”.
Nunca antes han sido las “jefas” de su “propio negocio”, por lo que reciben este proyecto “con mucha ilusión, pero también con algo de miedo pues es novedad”, añaden.
¿Cómo vislumbran el futuro? “Es un reto, con todas las letras, un paso importante para ambas. Confiamos en que tenga buena acogida”, explica Mili Rodríguez. Estas vecinas afrontan su “reto” con ganas, ya que son conocedoras de que los vecinos están interesados, pues no contaba con este servicio.
Entre arreglos de última hora, pulir preparativos y mejorar hasta el más mínimo detalle, Eva y Mili darán vida a la Casa do Maior Monterrei y a la Casa do Maior Afouteza. “Afouteza es una palabra que me inspiró mucho, por fortaleza, valentía, lo necesitamos tanto yo como ellos para emprender esto”, puntualiza Mili sobre su casa.
“Hogares” que gestionarán cada una individualmente, pero en los que caminarán unidas. Esperan ponerse en marcha en un breve período de tiempo y hacer del nuevo servicio “un lugar en el que nuestros mayores se sientan como en casa”, concluye emocionada Eva García.
