Las torrenciales precipitaciones han provocado arrastres de lodo
El Concello de Verín ordenó de nuevo este sábado a los efectivos de la Policía Local de la villa reiterar la toma de muestras en el cauce del Támega, después de que, una vez más, sus aguas acabasen teñidas del característico color chocolate provocado por los arrastres de lodo de uno de sus afluentes. En este caso, y al igual que ocurrió en la tarde del sábado, a lo largo de la jornada de ayer domingo el Támega mantuvo un característico pigmento que hacía imposible enviar a la depuradora el caudal que discurrían por su cauce.
Desde el consistorio verinese, esta vez sí descartan que la contaminación tenga por causa específica vertidos incontrolados. Según explicó el alcalde, Gerardo Seoane, "o de onte e o de hoxe -por ayer y anteayer- ten un claro responsable, que non é outro que o lume do mes de agosto que deixou devastado o regato de Queirugás e que agora, con estas copiosas chuvias, está a arrastrar todo o lodo posible", explicó.
Comparativa popular
Pese a todo, las muestras de agua recogidas en los dos últimos días serán de nuevo enviadas para confirmar la inocuidad del líquido elemento y "tamén para que a xente poida comparar entre o que é algo froito dun fenómeno da natureza ou o que son as verteduras ó Támega que se poden realizar de xeito incontrolado", matizó.
Las recientes, torrenciales y copiosas lluvias de las últimas jornadas han agravado la situación de un río víctima de varias agresiones con vertidos provenientes de las obras del AVE en los últimos años, pero de manera mucho más acusada en el último mes y medio.
El más preocupante tuvo lugar en la tarde del 7 de mayo, que acabó llegando a la villa un día después. La muestras tomadas reflejaron altos niveles de metales pesados, entre ellos de hierro, que superaba en un 1.300% los valores permitidos por la legislación. Esa circunstancia llamó la atención de la oficina del Defensor del Pueblo, que se interesó por el vertido. La CIG presentó la pasada semana una demanda ante el juzgado.
