Más de un centenar de personas se dieron cita este miércoles en el Santuario de Nuestra Señora de Os Remedios (Villamaior, Verín) para honrar a la Virgen en su día grande, el 8 de septiembre -festivo en el municipio-. Allí, vecinos de la comarca y visitantes cantaron y honraron a la Virgen, celebrando la festividad y finalizando la jornada matinal con la procesión. Por la tarde, la misa de las 20,00 horas estuvo presidida por Leorando Lemos, el obispo de la Diócesis de Ourense.
Al grito de “Viva a Virxe dos Remedios” arrancó una procesión en la que los devotos pidieron que “para o ano a situación sexa mellor” y que “aínda que a Virxe necesita tantas mans, poida botarnos unha”, contaba Emilia Fernández, quien todos los años hace una peregrinación descalza para alabar a la Virgen, algo que el pasado año y este no se celebró debido a la pandemia.
Como ella, fiel que año tras año festeja este día, Martín Vaamonde disfruta de la jornada: “Hai que ir a misa, é costume vir todos os anos, e despois sempre podemos comer un pulpiño”, señalaba entre risas. Y es que ayer Os Remedios contaba con una pulpería que dio color al día gris que portaba Verín. Los novatos aseguraban volver para el año, como es el caso de Margarita González, que acudió por primera vez: “Convencéronme e foi boa idea”, con quien concuerdan habitantes del País Vasco, que emocionadas, renovaron su mente en Os Remedios.
Así, entre cirios, cánticos, salvas y alguna que otra lágrima de emoción, los devotos de la Virgen avivaron, un año más, la fé en el santuario de Os Remedios, donde se cuidó hasta el más mínimo detalle para que la protagonista fuese tratada con mimo y luciese en lo más alto. Ni la lluvia ni el cielo encapotado borraron la sonrisa de los feligreses y el brillo que desprendía la Virgen en su día grande.
