Cualedro puede presumir -y así lo hará- de haber recuperado ya cuatro trajes del Entroido tradicional ourensano. A las mázcaras de A Xironda -las más numerosas- y al zarramoncalleiro de Cualedro se le sumarán este año las madamas de Carzoá y, por primera vez, los galáns. La presentación oficial "en sociedad" de esta pareja tuvo lugar este año en Vilariño de Conso y tres mujeres fueron las artífices de su recuperación: Denise Justo, Rosa Casado y Marisol Fernández, de la Asociación vecinal de Carzoá.
El proceso comenzó hace dos años, cuando estas vecinas decidieron indagar en el pasado y traer al presente los trajes típicos del carnaval de este pequeño pueblo perteneciente a Cualedro. "Empezamos a preguntar por el pueblo a gente mayor que todavía se acordaba del Entroido y cómo iban vestidos nuestros personajes", recuerda Denise Justo. "Como ocurrió en otros muchos sitios de la provincia, la tradición se perdió, bien por la dictadura o por la emigración de la gente más joven", añade.
Las madamas fueron las primeras en resurgir. Lo más peculiar de este personaje es su sombrero, hecho con cartón, tela y lazos. "Había gente que se podía permitir ciertos lazos y otra que los sacó de donde pudo", explica Denise. El traje se completa con una falda y una enagua blanca, un zapato negro bonito, una blusa y, lo más importante y representativo, la colcha más especial que se tenga en casa. Son de colores y tipo antiguo, se utilizan en otros entroidos", añade.
Ambos personajes llevan la cara cubierta, cantan coplas y persiguen a la gente tirándole ceniza y haciendo bromas
Las madamas salieron el año pasado por primera vez, aunque su presentación oficial fue en Vilariño, acompañadas de los galáns, que acaban de ser recuperados. Ellos llevan pantalón o calzón largo blanco, camisa blanca, fajín y una toquilla negra. Los puños de los pantalones los atan con un lazo de color. La indumentaria se completa con un sombrero de paja y un pañuelo. Lo que ambos -madamas y galáns- tienen en común es que llevan la cara tapada con puntillas negras. "Lo importante de este personaje es ocultar la identidad. Sabemos que para vestirse, antiguamente, cogían todo lo necesario y se iba al monte donde nadie pudiera verle. Después ya volvía al pueblo", cuenta Denise. "Otra de las cosas que hacen los dos es tirar ceniza a la gente y gastar bromas. También cantan coplas. Durante todo el año se iban escribiendo las cosas importantes que pasaban en el pueblo y, de cara al Entroido, se preparaba la copla", añade.
Otra de las particularidades de las madamas y los galáns es que tratan de engañar a la gente cambiando de identidad y rompiendo estereotipos. "No tenía por qué ser un hombre quien se encontraba bajo un galán, ni una mujer quien estaba dentro de una madama", cuenta Denise.
Todo esto se podrá vivir -previsiblemente y a falta de que la organización confirme la fecha- el martes de Entroido en la plaza de Carzoá. "Quixemos recuperar todo isto para que a xente viva e recorde o de antes", añade Marisol Fernández. "A miña nai e moitos veciños o viviron", añade.
El alcalde de Cualedro, Luciano Rivero, que ya tiene los trajes de zarramoncalleiro y mázcara, se hará con el de galán: "Si en cualquier otro pueblo del concello hay un colectivo dispuesto a recuperar su traje o máscara contará con nuestra colaboración. Es un gran atractivo turístico para nosotros".
