Los desprendimientos de piedras y tierra suponen una amenaza para las murallas de defensa que bordean el castillo de Monterrei. Sólo en los últimos dos meses, los técnicos del Concello de Monterrei registraron cuatro desprendimientos, uno de ellos cercano al muro que antiguamente acogía el hospital de peregrinos. Los restantes se produjeron en el antiguo almacén de armas y en el acceso a la fortaleza desde la carretera de Pazos.
La situación preocupa al grupo de gobierno, que remitió un escrito a la Consellería de Cultura con el objetivo de que tome medidas y consolide las murallas y así frenar su deterioro. 'En los últimos meses ha llovido mucho y el agua reblandece el terreno. Al tratarse de una ladera cede y caen las piedras', apuntó el alcalde, José Luis Suárez Conde, recalcando que las murallas no fueron objeto de ninguna mejora -solamente se desbrozó la maleza- y 'están en muy malas condiciones', añadió.
El castillo está siendo en la actualidad objeto de una rehabilitación con una partida de 1,7 millones de euros, que aporta la Agencia Galega de Turismo. Pero los trabajos solo afectan a lo que es la propia fortaleza, que en la actualidad está cubierta por numerosos andamios, lo que impide la visita de los turistas y vecinos.
Suárez Conde está satisfecho con el proyecto de rehabilitación, pero reclama una partida para acondicionar el exterior, alegando que hay tramos de la muralla que ya desaparecieron y otros son prácticamente recuperables.
En el Concello se teme que el trasiego de camiones y vehículos todoterreno a causa de los trabajos de rehabilitación acentúen más el problema de la caída de piedras y tierra en las murallas. En Cultura aclaran que hay un proyecto de rehabilitación en marcha que también incluye la mejora de las murallas e iglesia.
El castillo está siendo en la actualidad objeto de una rehabilitación con una partida de 1,7 millones de euros, que aporta la Agencia Galega de Turismo. Pero los trabajos solo afectan a lo que es la propia fortaleza, que en la actualidad está cubierta por numerosos andamios, lo que impide la visita de los turistas y vecinos.
Suárez Conde está satisfecho con el proyecto de rehabilitación, pero reclama una partida para acondicionar el exterior, alegando que hay tramos de la muralla que ya desaparecieron y otros son prácticamente recuperables.
En el Concello se teme que el trasiego de camiones y vehículos todoterreno a causa de los trabajos de rehabilitación acentúen más el problema de la caída de piedras y tierra en las murallas. En Cultura aclaran que hay un proyecto de rehabilitación en marcha que también incluye la mejora de las murallas e iglesia.
