La joven ourensana de 24 años que se encontraba hospitalizada en el Álvaro Cunqueiro de Vigo falleció este jueves a causa de las complicaciones derivadas del contagio por covid, sumadas a una patología de base. El 7 de agosto ingresó en la UCI del CHUO, hasta que tuvo que ser trasladada a la ciudad olívica a mediados de mes. Allí se le aplicó ECMO, que da asistencia mecánica para realizar las funciones del pulmón, del corazón o de ambos, y que no está disponible en Ourense.
María Fernández, como se llamaba esta joven natural de Cualedro, no pudo superar las consecuencias de la infección por coronavirus. Su fallecimiento no formará parte del listado oficial de las víctimas de la pandemia, ya que en el momento de su muerte contaba con un test negativo por covid. Pese a ello, los daños fueron graves e insuperables. Su familia y amigos la despidieron este viernes en una ceremonia íntima en la parroquia de Carzoá.
Conmoción en Cualedro
La huella de María Fernández se extiende más allá de su Cualedro natal, donde su madre llegó a regentar una peluquería. En Verín y en Vigo quedará su recuerdo entre familia y amigos. “Era máxica como persoa e amiga”, afirman sus amigos. Sus más allegados cuentan era un ser “de luz” que nunca tenía una mala palabra para nadie. “Ela era felicidade pura, aínda que tiveras un dos teus peores días, ela sempre facía de todo para que ese día fora marabilloso”. La joven siempre fue un apoyo para todo su entorno y estaba disponible para lo que hiciese falta, de ahí el gran hueco que dejará en la vida de todos los que la conocían.
Su adolescencia la pasó en Verín, a donde se trasladó su familia cuando ella estudió en el IES Castro de Baronceli. Quienes la recuerdan de esa etapa “pola súa voz doce e o seu sorriso cálido, o seu rostro amable envolto nun precioso cabelo loiro, facía sentirse ben a quen estaba ao seu carón, quen a coñecía máis sabe que era unha persoa sensible, a que lle gustaba o mar”.
Después de la etapa en Verín, se trasladó a Vigo para estudiar un ciclo en Teis. Tras su paso por la ciudad olívica, regresó a Verín para estudiar otro grado medio de Formación Profesional en administración que finalmente terminó en Vigo, donde actualmente residen sus padres y su hermana. Este año comenzaría a estudiar Educación Infantil, su verdadero sueño, pero el covid se cruzó en el camino.
Todos los que la conocían se acercaron a Carzoá para darle un último adiós entre el dolor que dejar su partida. El silencio que se vivió durante todo el acto, demostró todo el pesar por la partida de María, a la que no olvidarán y siempre recordarán.
