El ropero y banco de alimentos de Verín hace un llamamiento para que los vecinos entreguen comida (alimentos no perecederos) dado que sus estanterías están vacías. Durante este año, atendieron a un millar de personas.

La nevera solidaria se vacía

Rosa Rodríguez enseña parte de la ropa ya preparada para entregar a personas sin recursos.  (Foto: A.R.)
Las tres voluntarias que se encargan del ropero y banco de alimentos de Verín, situado en la avenida de Castilla, no pueden hacer frente a la alta demanda de alimentos que a diario se registra en las instalaciones. 'Las estanterías están vacías. Ya compramos alguna comida por nuestra cuenta para socorrer a los más necesitados, pero no podemos hacerlo todos los días, porque es mucha la demanda', lamenta la coordinadora, Rosa Rodríguez Atanes.
Las voluntarias acaban de hacer un llamamiento a la población para llenar su despensa con alimentos no perecederos y entregárselos a los que tienen menos recursos, que según Rosa Rodríguez, aumentan cada día. 'Hay mucha necesidad', añade.

Por las instalaciones pasaron en lo que va de año un millar de personas, un 15% más que en el 2011, entre ellas una madre domiciliada en Portugal con sus 10 hijos, todos ellos sin trabajo. Del volumen de usuarios, 600 acudieron en busca de ropa y alimentos, derivados desde las oficinas de Servicios Sociales (la asistenta social les entrega un recibo para que puedan ser atendidos) y las 400 restantes fueron por voluntad propia, muchos de ellos intentando pasar desapercibidos entre los transeúntes. 'Hay gente que le da vergüenza pedir el recibo a la asistenta social porque ésta les conoce. Vienen aquí y los atendemos igual, porque lo están pasando mal', asegura Rosa Rodríguez.


HAITÍ Y CUBA

El ropero y banco de alimentos se distribuye en dos locales, que en total suman 240 metros cuadrados, que fueron cedidos por la cadena de supermercados Eroski. El Concello corre con los gastos de agua (hay tres lavadoras para la ropa) y corriente eléctrica. En uno de los locales se amontonan todo tipo de prendas de vestir, calzado e incluso mantas, que las voluntarias, además de atender a la gente más necesitada de la comarca de Monterrei, envían, a través de la Fundación Santa Lola, a personas de Haití, Cuba y República Dominicana. 'Además de Verín, nos traen ropa muchos vecinos de los pueblos. En este sentido, no hay problema, lo que necesitamos son alimentos', relata Rosa Rodríguez, recalcando que 'muchos vecinos, al llegar Navidad, se vuelcan con la comida, pero ahora no tenemos nada'. Las voluntarias incluso disponen de tres neveras para guardar los alimentos. 'Una carnicería, la de Máximo e Hijos, durante las fiestas navideñas nos suele entregar carne para los más necesitados y utilizamos las neveras para conservar las piezas', explica la coordinadora.

Sobre las diez de la mañana de ayer no había personas necesitadas en espera de ser atendidas en las instalaciones, pero sí varios vecinos de Verín, entre ellos el exalcalde Santiago Cid Harguindey entregando ropa. 'Tenía prendas que no me sirven y decidí traerlas, que las utilicen personas que las necesitan', apuntó el exregidor, lamentando la situación en que se encuentran algunas familias. 'Creo que todos debemos ser solidarios e implicarnos con los demás', señaló.

El ropero y el banco de alimentos llevan funcionando desde hace cuatro años, tiempo suficiente para que en las instalaciones incluso se recojan muebles y electrodomésticos, sobre todo colchones, cunas y televisores, que son repartidos entre los que tienen menos recursos.

El coordinador de Servicios Sociales, Javier Cid, aseguraba ayer que en su departamento se trabajaba más a la hora de atender a la población con las ayudas que tiene estipuladas las distintas administraciones, aunque reconoce la labor que está realizando el ropero y banco alimentos.

A su entender, la crisis económica provoca que las oficinas sociales de Verín ya no puedan, sobre todo desde hace año y medio, dar respuesta a todas las necesidades que está viviendo la población.

Te puede interesar