La obra en el castillo de Monterrei ‘se cuela' en la celebración de Verín

Cientos de personas disfrutaron e las construcciones y de los textos, que también rcordaron la crisis y el Gobierno

"Os Maios" de Verín se centraron en su gran mayoría en la reforma del castillo y la ubicación del parador de turismo en su interior. La reforma también estuvo presente en la mayor parte de las coplas, que por cierto imprimió el Concello. "Imos comenzar, que nos ven o pelo, dun tema recente do noso castelo. O señor Feijóo, que é un pouco bruxo, quere alí facer un hotel de luxo", rezaba en uno de los textos redactados por la asociación verinense de Amigos da Música.

La fiesta atrajo a numerosos público y en el recinto de la Alameda expusieron sus "maios" la plataforma de Defensa do Castelo, los colegios de enseñanza Xesús Taboada Chivite, Amaro Refojo, Princesa de España, Plurilingüe María Inmaculada, así como las asociaciones de vecinos de Albarellos y Amigos da Música.

A los autores no les faltó imaginación a la hora de elaborar los monumentos, que permanecieron expuestos durante toda la jornada en el lugar. Mientras, una veintena de voluntario de Cruz Roja se afanaban en vender las coplas por el precio de un euro para destinar la recaudación a ayudar a las familias con escasos recursos.

Los voluntarios buscaban a los clientes por el casco urbano, lo que provocó que en cualquier calle o esquina hubiera personas leyendo y releyendo los textos, que además del castillo, también hacían referencia a la crisis económica, Gobierno central, Entroido elecciones europeas e incluso a la tarjeta de eurociudadano que tramitan los concellos de Verín y Chaves. "Coa Eurocidade recién estreada a compra no Gadis sale regalada. Levando a tarxeta e sendo extranxeiro na do Noguerol devolven diñeiro", decía otro texto.

La jornada incluyó juegos populares y la degustación de productos locales -pulpo y empanada- en una carpa instalada en la propia Alameda. Sin embargo, una de las atracciones con más público fue la de la compañía de títeres Tanxarina, que habilitó el escenario entre la Alameda y la Plaza de García Barbón. El espectáculo, que se prolongó durante más de hora y media, cautivó a los niños y a los mayores que los acompañaban.

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