El término municipal tiene catalogados en la actualidad quince construcciones de este tipo
El Concello de Oímbra acaba de poner en marcha un ambicioso plan de acondicionamiento de todos los lagares rupestres que tiene georreferenciados en su municipo. La pretensión de su primera edila, Ana María Villarino Pardo, es diseñar una ruta turística para que el público pueda acceder a todos ellos de la manera más fácil posible. Para ello, ha comenzado por acondicionar los accesos a dos de ellos, los conocidos con el nombre de "lagar do Carregal" y "lagar da Ribeira dos Fornos". Lo hizo con una inversión total inicial de 22.183 euros, de los que 13.750 fueron aportados por la Axencia de Turismo de Galicia.
Como así confirmó la alcaldesa del Concello, "esto é so un primeiro paso, faremos os accesos que fagan falta. Esta de agora é a primeira fase dun traballo que culminará facendo accesible a ruta dos lagares do Concello, porque é sabido que temos incluso máis dos 15 que hai localizados arestora", apuntó.
La comarca de Monterrei, y Oímbra concretamente, es una de las gallegas con mayor número de este tipo de construcciones rupestres, evidencia de que ya en épocas anteriores a la actual la producción vitivinícola era de gran calidad.
En esa línea incide también Villarino Pardo al afirmar que "no Concello de Oímbra teñamos uns excelentes viños non é novo, pois a abundancia de lagares corroboran que xa o viño é ancestral nestas terras" y sostiene convencida que "póndoos en valor tamén promocionamos o viños das nosas adegas".
En su día, el consistorio ya editó una guía de este tipo de instalaciones, como paso primero y previo para la potenciación de una ruta turística que permitirá conocer los lugares en los que se almacenaba inicialmente el vino en el momento de la vendimia.
