Los vecinos de Pazos (Verín) con viviendas en la margen izquierda de la carretera N-525 dejarán de soportar más cortes de agua potable en sus viviendas, una situación que venían sufriendo prácticamente a diario desde hace ocho años. El grupo de gobierno decidió sustituir la tubería de abastecimiento -la actual es de fibrocemento- para evitar los continuos reventones, que provocaban que los vecinos se quedaran sin servicio.
Los trabajos los inició ayer la brigada municipal de obras y conllevan la apertura de una zanja a lo largo de más de 200 metros, por lo que es necesario picar y levantar todo el hormigón de la acera que hay en la margen de la citada nacional. Los operarios no llegaron a cortar ningún carril a la circulación, pero varias señales informan a los conductores de las obras para evitar posibles accidentes. Es más, uno de los trabajadores se encarga de controlar la circulación con el objetivo evitar que se forman retenciones o posibles colisiones entre vehículos.
Las obras se prolongarán durante las próximas dos semanas, según el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, y afecta al tramo de nacional que va desde el cruce con la carretera de Vilaza (Monterrei) hasta el desvío hacia el parque industrial de Pazos. El regidor entiende la situación que venían soportando los vecinos, que achaca a la antigüedad de las tuberías de la red de abastecimiento en la localidad. 'Al darle un poco de presión al agua para que llegara a todas las viviendas, ya reventaba la tubería y los vecinos se quedaban sin servicio', apuntó.
Hasta el momento, el grupo de gobierno no acometió las obras ante la falta de liquidez en las arcas municipales, dada la situación de crisis económica y los recortes presupuestarios. Ahora, según el regidor, hay partida disponible para, al menos, renovar el tramo de la red que está en peor estado. 'Nos van a quedar tuberías sin renovar pero ya presentamos un proyecto en la Xunta para que las sustituya a la mayor brevedad posible', explicó el alcalde.
Este proyecto afecta a toda la travesía que forma la carretera N-525 en Pazos y permitirá conectar la canalización a la red de abastecimiento de Verín.
Los vecinos, que recogieron firmas para quejarse de los continuos cortes de agua, se mostraban ayer satisfecho con el cambio de las canalizaciones.
Las obras se prolongarán durante las próximas dos semanas, según el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, y afecta al tramo de nacional que va desde el cruce con la carretera de Vilaza (Monterrei) hasta el desvío hacia el parque industrial de Pazos. El regidor entiende la situación que venían soportando los vecinos, que achaca a la antigüedad de las tuberías de la red de abastecimiento en la localidad. 'Al darle un poco de presión al agua para que llegara a todas las viviendas, ya reventaba la tubería y los vecinos se quedaban sin servicio', apuntó.
Hasta el momento, el grupo de gobierno no acometió las obras ante la falta de liquidez en las arcas municipales, dada la situación de crisis económica y los recortes presupuestarios. Ahora, según el regidor, hay partida disponible para, al menos, renovar el tramo de la red que está en peor estado. 'Nos van a quedar tuberías sin renovar pero ya presentamos un proyecto en la Xunta para que las sustituya a la mayor brevedad posible', explicó el alcalde.
Este proyecto afecta a toda la travesía que forma la carretera N-525 en Pazos y permitirá conectar la canalización a la red de abastecimiento de Verín.
Los vecinos, que recogieron firmas para quejarse de los continuos cortes de agua, se mostraban ayer satisfecho con el cambio de las canalizaciones.
