La planta de biorresiduos de Verín será realidad en el 2022

photo_camera Vídeo de la presentación del proyecto en febrero en Verín. (Vídeo: C.C.).
El Consello de la Xunta autoriza la licitación de la obra por un importe de más de 7 millones de euros

El Consello de la Xunta de Galicia autorizará en la reunión de mañana la licitación de la obra y puesta en marcha de la planta de compostaje industrial que se asentará en Verín -una de las cuatro que hay-, que estará integrada en la nueva red gallega de valorización de residuos orgánicos, por un importe total de 7.271.527 euros. 

La gestión de la basura es competencia municipal, pero la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda quiere ayudar a los concellos a que cumplan con sus obligas legales, teniendo en cuenta que deberán tener implantada la recogida selectiva de los residuos orgánicos -a través del quinto contenedor, el marrón- antes del 31 de diciembre de 2023, según marca la Unión Europea.

Así, con esta nueva instalación, junto con otros proyectos similares en Cervo, Cerceda o Vilanova de Arousa, y con el apoyo de 13 plantas de transferencia que están siendo adaptadas, Sogama hará posible que la gran mayoría de los gallegos dispongan de una planta de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 kilómetros de distancia. 

La nueva planta de Verín, dispuesta en el polígono de Pazos abarcará una superficie de casi 12.000 metros cuadrados de este parque empresarial, de los cuales 3.500 se emplearán para la nave cerrada. Con esta instalación se pretende beneficiar a más de 52.000 habitantes de 24 concellos de la provincia de Ourense, entre los que se encuentran los municipios de la comarca de Monterrei, y de las comarcas vecinas de Viana y A Limia.

Además, la planta de biorresiduos tendrá capacidad para tratar 3.000 toneladas anuales de residuos orgánicos de carácter doméstico y otras 1.600 de material estructurante, previniendo que se produzca cada año 1.500 toneladas de compost de alta calidad para ser empleado como abono natural, en la agricultura y jardinería, en substitución de los fertilizantes artificiales.

La futura infraestructura del polígono de Pazos estará dotada de las tecnologías más innovadoras, a fin de que consigan la mayor eficiencia, y también contará con mecanismos necesarios para minimizar el impacto sobre el entorno, como sistemas de depuración de aguas, malos olores y control de ruidos, alimentándose con energía renovable a través de paneles solares.

Con esta inversión de más de 7 millones de euros, la Xunta de Galicia tiene por objetivo que la planta entre en funcionamiento a finales del año 2022, y de esta forma “saltar un novo chanzo para facer de Galicia unha Comunidade sostible na que os residuos son transformados en recursos conforme aos preceptos da economía circular”, concluye desde la Administración autonómica.

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