La Praza Maior de Verín, de estreno, recibió atestada al Domingo Corredoiro

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photo_camera Los cigarrones se abren paso entre los viandantes.

Los cigarrones esperaron a los fieles a la salida de misa y tras abrirse un pasillo corretearon haciendo sonar sus chocas

Verín se echó a la calle para disfrutar del Domingo Corredoiro. La plaza García Barbón, la Praza Maior, estaba de estreno y se vio atestada de gente, más que otros años en gran medida porque climatológicamente fue una mañana excelente.

El epicentro de la fiesta lucía un aspecto nuevo gracias al acondicionamiento de un par de casas viejas. También la calle Lisa, la que desemboca en el punto neurálgico del jolgorio, con el arreglo del edificio de la vieja óptica, que ya vistió las mejores galas en el Xoves de comadres.

Pronto los cigarrones entraron en acción. Esperaron a los fieles a la salida de misa, tanto en la iglesia de Santa María la Mayor como de la Merced. En torno a la una hicieron un pasillo y corretearon de un lado a otro haciendo sonar sus chocas. No es buena idea ir despistado, porque amedrentan con los látigos para abrirse paso. Todo ello amenizado con la música de las charangas Vakapinta y Támega. Ya por la tarde fue el turno de la orquesta Triunfo.

Domingo Corredoiro es en Verín domingo de cigarrones. Ellos son los indiscutibles reyes de la fiesta.

La próxima parada será el jueves, Xoves de Comadres. Miles de mujeres disfrazadas participan en cenas colectivas llenando todos los restaurantes da Verín. Pobre del hombre que esté fuera de casa antes de la medianoche. A esta hora toda esta multitud se va juntando en las calles haciendo la procesión da vela y de las sábanas blancas para recibir a la fiesta y a la reina del Entroido. 

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