Nieves Gascón fundó Pro Animales Verín, junto a otras cinco personas, hace seis años, y hoy en día tiene en acogida a más de un centenar de animales. La presidenta de la asociación se dedica en cuerpo y alma al bienestar animal y a la lucha contra el maltrato a perros y gatos. Afirma que es "muy duro", pero que jamás ha querido tirar la toalla, puesto que la recompensa personal es "muy satisfactoria".
¿Qué la llevó a fundar Pro Animales Verín?
Lo típico, que le das de comer a una perra en la calle, que ves que tiene crías, acabas cogiéndola, buscándole casa y dándola en adopción. Después viene otra, y luego otra más y, cuando te das cuenta, acabas hablando con el Ayuntamiento porque necesitas acoger a un montón de animales. Se empieza así y, casi sin pensarlo, tienes montado esto (ríe).
¿Siempre tuvo esa conciencia en favor del bienestar animal?
Siempre, en mi casa siempre fuimos todos así. Yo recuerdo a mi padre recogiendo todas las sobras de la mesa para darle de comer a los perros abandonados.
Supongo que en Verín también vio esa necesidad de crear una asociación de recogida y cuidado de animales abandonados...
Aquí hay muchísimos y estoy cansada de repetir que esta comarca es una zona de maltrato animal impresionante. De las dos cosas, de maltrato y de abandono.
En estos seis años habrán visto ustedes de todo.
De todo, y cosas que no se te quitan de la retina.
Ahora mismo, ¿cuántos animales teneis en acogida?
Tenemos perros y gatos, y normalmente rondamos los cien en total.
¿En qué punto se encuentra la asociación?
Pues estamos luchando para conseguir unas instalaciones más amplias y con otras condiciones, tanto higiénicas, como de espacio. Por otro lado, la comarca de Mopnterrei necesita más concienciación para no abandonar ni maltratar a los animales.
La entidad que les ayuda es el Concello de Verín, ¿como es la relación?
Tenemos buena relación, las instalaciones las alquilan ellos y nos dan ayudas, lo que pasa es que son insuficientes. Imagínate que ellos nos dan una cuarta parte de lo que necesitamos, pues las tres restantes nos tenemos que buscar la vida. Hay mucho trabajo por detrás para conseguir esos fondos y poder darles a todos los animales lo que necesitan. Aquí el perro que no viene atropellado llega enfermo o con mil cosas, sin contar las desparasitaciones y castraciones. Si te fijas, nosotros sacamos a los perros a pasear al monte, ¿eso qué significa? que hay que desparasitarlos todos los meses sí o sí, porque no están en una jaula y están libres de parásitos.
¿Qué es lo que ralentiza los trámites para ampliar la protectora, pues es una cuestión que se viene hablando desde hace mucho tiempo?
Al principio querían hacer una protectora mancomunada. Son cuestiones políticas y no se ponen de acuerdo. El Ayuntamiento alquiló este sitio como una cosa provisional, pero es que, claro, ya llevamos tres años. Deberíamos abarcar toda la comarca. Cuando muchos perros se van de sus ayuntamientos a la perrera de la Diputación, de Xinzo, o de otros lugares, aunque tengan dueño, es muy difícil que éstos los encuentren porque no se imaginan ni siquiera donde están. La comarca debería tener su centro aquí, para que la gente sepa donde buscar a su perro.
¿Qué diferencia a una protectora como Pro Animales Verín de una perrera municipal?
El trato. Los animales no son números, todos tienen nombre y nosotros los tratamos a cada uno de una forma diferente, porque cada uno tiene su personalidad.
¿Cuántas personas colaboran activamente con la protectora?
A diario somos pocos, dos o tres. Pero los fines de semana viene mucha gente a los paseos, serán unas 15 personas en total.
El trabajo de una protectora como la suya es sin ánimo de lucro.
Todo es sin ánimo de lucro; es más, todos ponemos algo.
¿Las administraciones tendrían que hacer más en favor de la concienciación contra el maltrato y el abandono?
Habría que empezar con ayudas a castraciones, que evitarían que se llenasen las protectoras de perros, y, a nivel caza, mayor control. Tenemos muchos perros abandonados de caza, que son animales que cuesta mucho coger de la calle porque tienen miedo. En este sentido, las hembras están pariendo en la calle una y otra vez, entonces no recoges una perra, recoges 10. A una tardamos cuatro años en poder cogerla. La ley está hecha pero no se está aplicando, hay gente que maltrata y lo que ha hecho se salda con cuatro visitas al psicólogo.
¿Ha pensado en tirar la toalla?
No, jamás. Si lo dejo será por salud, pero a mí esto me da satisfacción.
