Reconectar con el rural en As Eiras

photo_camera Natalia Rivas en su casa rural. (Foto: Miguel García).
Natalia Rivas tenía claro que quería vivir fuera de la ciudad. Haciendo el Camino, As Eiras la conquistó, y cinco años después inaugura una casa rural en este pequeño pueblo de Laza

Periodista, vividora, entusiasta y ahora emprendedora. Así es Natalia Rivas (38 años), una mujer de Lugo que hace cinco años se enamoró de As Eiras, una aldea del concello de Laza que cuenta con tres vecinos habitualmente. “Pasé por aquí haciendo el Camino de Santiago, y yo ya estaba buscando algo en el campo, quería vivir en el rural, y  al ver las casas en ruinas pregunté a una vecina, fue ahí donde empezó mi interés”, cuenta Natalia, que tras dos años de viajes desde su casa a As Eiras compró cuatro viviendas, las que se han convertido en uno de los sueños de esta emprendedora: “Terra Alma”.

“Por un lado busco el contacto con la tierra, reconectar con el rural, enraizarnos y esa convivencia constante con la naturaleza”, explica sobre “Terra Alma”, que se completa en “un espacio para sanar, descansar y desconectar”, una conjugación ideal para Natalia, que tras mucho esfuerzo, gestiones, miedos y el coronavirus de por medio, acaba de inaugurar en este mes de agosto la casa rural de As Eiras, cuya intención también es “repoblar, mi sueño es que las casitas estén llenas de gente y poder darle vida a este lugar”, destaca ilusionada.

“Terra Alma” se creó con miras de futuro. Ahora abre para que aquellos que pasen por As Eiras haciendo el Camino tengan un lugar para descansar, además de que pueda acudir todo aquel que quiera desconectar del bullicio de la ciudad, pero en un futuro, esta emprendedora quiere crear en una de las casitas un centro cultural. 

“Aquí también busco crear un espacio de meditación, de reflexión, con cursos como yoga, o jornadas detox, formaciones de diversos temas… no solo ofrecer un servicio de hospedaje, quiero crear un sitio activo y vivo”, explica Natalia, que ya tiene en su agenda varias temáticas para comenzar a andar. Una de las primeras actividades que quiere hacer es un curso de permacultura, una herramienta para planificar proyectos sostenibles, inspirada en ecosistemas.

La casa rural cuenta con siete dormitorios y un apartamento, además de amplios espacios para el ocio y descanso, “un sueño hecho realidad que no sería posible sin la ayuda de mi padre y de todas las personas que me encontré por el camino a esta aventura”, destaca Rivas, quien recibió en el 2019 una subvención del programa Leader del GDR Monteval, por ser mujer emprendedora en el rural. 

“De empoderamiento femenino también va un poco el proyecto”, cuenta Natalia, quien contrató a dos mujeres para el diseño -acompañado de sus ideas- de las casas. Y es que esta emprendedora luguesa relataba en el sofá de “Terra Alma” que el proyecto fue “una idea mía, al principio me decían que estaba loca, pero cuando te echas a andar no queda otra que tirar hacia adelante, y aquí estoy, después de cinco años dando a conocer un sueño hecho realidad”. 

Así, Natalia Rivas se suma a la población de As Eiras, pero también añade a esta pequeña aldea savia nueva con ganas de repoblar la zona y reconectar a los visitantes con la tierra y el alma. Superando miedos, creciendo personalmente a pasos agigantados y cuidando cada detalle de su nuevo proyecto, esta mujer emprendedora lo tiene claro, “si quieres hacer lo que te gusta, como vivir en el rural, tienes que arriesgarte, y aquí estoy, en As Eiras, con mucha ilusión y con ganas de que funcione “.

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