La empresa Tragsa prohibió a los efectivos de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (Brif) de Laza grabar y fotografiar incendios, algo que solían hacer los trabajadores con el objetivo de corregir posibles errores durante su actuación en la extinción, esclarecer causas e incluso para cursos de formación.
En un comunicado interno, que firma el director técnico de la empresa, José Ramón de Aranda, y al que tuvo acceso este periódico, se prohíbe a los efectivos la utilización de cualquier dispositivo electrónico -ya sea de la empresa o del trabajor- durante la jornada laboral para captar imágenes, grabar vídeos o cualquier otra incidencia, así como la utilización de los aparatos para enviar mensajes, correos electrónicos a cualquier red social.
La empresa, que es la que gestiona la Brif, dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, alega 'motivos de seguridad', pero la medida, según pudo saber este periódico, fue adoptada mas bien porque los trabajadores solían dar a conocer todos sus desplazamientos y con ellos los incendios a través de internet, lo que les reportó numerosos seguidores, sobre todo durante el verano, ante la falta de información que se registraba sobre buena parte de los fuegos.
Los trabajadores declinaron ayer hacer ningún tipo de valoración sobre el comunicado de la empresa, que sólo permite usar aparatos electrónicos a aquellos trabajadores que cuenten con autorización para solicitar refuerzos, localizar efectivos o combatir las llamas.
SANCIONES
Los operarios optaron por silenciar la prohibición, máxime cuando la empresa les recuerda que el 'incumplimiento de la obligación de confidencialidad' puede ser castigado con sanciones conforme el régimen disciplinario. Eso sí, los operarios se despiden estos días de sus seguidores en las redes sociales, argumentando que ya no podrán dar a conocer sus salidas y trabajo.
La empresa, que es la que gestiona la Brif, dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, alega 'motivos de seguridad', pero la medida, según pudo saber este periódico, fue adoptada mas bien porque los trabajadores solían dar a conocer todos sus desplazamientos y con ellos los incendios a través de internet, lo que les reportó numerosos seguidores, sobre todo durante el verano, ante la falta de información que se registraba sobre buena parte de los fuegos.
Los trabajadores declinaron ayer hacer ningún tipo de valoración sobre el comunicado de la empresa, que sólo permite usar aparatos electrónicos a aquellos trabajadores que cuenten con autorización para solicitar refuerzos, localizar efectivos o combatir las llamas.
SANCIONES
Los operarios optaron por silenciar la prohibición, máxime cuando la empresa les recuerda que el 'incumplimiento de la obligación de confidencialidad' puede ser castigado con sanciones conforme el régimen disciplinario. Eso sí, los operarios se despiden estos días de sus seguidores en las redes sociales, argumentando que ya no podrán dar a conocer sus salidas y trabajo.
